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La construcción alerta de una escalada del fraude laboral con "falsos autónomos"

La patronal denuncia la sustitución irregular de trabajo asalariado por autoempleo en las obras asturianas y pide medidas a la Administración

La construcción alerta de una escalada del fraude laboral con "falsos autónomos"

Asturias tiene más trabajadores autónomos dedicados a actividades comprendidas dentro de la construcción que asalariados protegidos por el convenio colectivo de este sector. Es un hecho inédito en las últimas décadas y que la patronal asturiana CAC-Asprocon atribuye a la proliferación de los llamados "falsos autónomos", una figura resultante de la práctica a menudo fraudulenta de las empresas de cubrir puestos propios de trabajadores por cuenta ajena por personal al que se obliga a darse de alta en el régimen especial autónomo de la Seguridad Social para ahorrar costes en cotizaciones y otros laborales.

La sustitución de empleo asalariado por autónomo es una tendencia estructural en muchas actividades económicas, asociada, por ejemplo, a los procesos de externalización de servicios auxiliares en las empresas. Y ese fenómeno se ha acentuado con la crisis económica por las dificultades en muchos negocios y por las estrategias de ahorro de costes ante el deterioro de los mercados y de los precios. Los sindicatos han alertado sobre ese problema, presentándolo como una de las evidencias de la precariedad laboral. La alerta llega ahora en Asturias desde el lado de la patronal y en la construcción. CAC-Asprocon denuncia una escalada del fraude laboral a través de los "falsos autónomos" e insta a la Administración a tomar medidas ante una práctica que daña a las empresas que cumplen la legislación laboral, por la competencia desleal de las incumplidoras, y que menoscaba la protección de los trabajadores. .

El rastro de este fenómeno se deja ver en las estadísticas laborales, explica Daniel García-Balbín, director general de la patronal asturiana que preside Sefarín Abilio Martínez. "Los autónomos han pasado a suponer casi el 53% de los trabajadores del sector", expone. El directivo se refiere a cómo el número de trabajadores de alta como cotizantes por cuenta propia ha aumentado desde 2013, a la vez que ha continuado el descenso del empleo asalariado protegido por el convenio colectivo. A fines de 2015 había 7.844 personas acogidas al acuerdo laboral de la construcción y las obras públicas de Asturias, mientras que el número de autónomos dedicados a actividades del sector se acercaba a los 9.000.

La patronal no tiene duda de que detrás de esos números está la sustitución supuestamente fraudulenta de trabajo asalariado por autónomo. "El problema empezó con las empresas de fuera que venían a Asturias a competir por la adjudicación de obras tirando los precios y se ha extendido a las asturianas", explica García-Balbín. Es una consecuencia, añade, de la severa crisis que arrastra la construcción: hay muy poca contratación tanto pública como privada y la competencia en precios es feroz, hasta el punto de que menudean las empresas que hacen ofertas que se pueden considerar insostenibles económicamente con los costes laborales propios del convenio colectivo.

Los delegados de prevención de riesgos laborales que, pertenecientes a la patronal o a los sindicatos, visitan las empresas y las obras tienen constancia del aumento de los "falsos autónomos". La práctica funciona así: en lugar de incorporar con contrato ordinario a albañiles u otros profesionales que van a tener dedicación completa a la empresa, se les fuerza a darse de alta como autónomos, de modo que es el trabajador el que abona la cotización social, a la vez que el empleador ahorra otros costes (vacaciones, descansos, indemnización por despido...). La subcontratación ha sido siempre muy intensa en la construcción, pero nunca lo había sido tanto el fenómeno de los "falsos autónomos", según CAC-Asprocon. "Se llega a dar hasta con la contratación de jefes de obra", comenta Daniel García-Balbín.

Y son frecuentes las denuncias ante la Inspección de Trabajo, que ha incluido la persecución de estas prácticas entre sus objetivos prioritarios de lucha contra el fraude, aunque, según fuentes empresariales, la falta de medios impide una acción sancionadora más contundente y eficaz.

La patronal quiere ahora que el Principado también se implique en combatir ese fraude. El reciente pacto de concertación entre el Gobierno regional, la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) y los sindicatos UGT y CC OO incluye el compromiso de estrechar el cerco sobre la economía sumergida y recoge explícitamente el caso de los falsos autónomos, a petición de CAC-Asprocon. El acuerdo supone la creación de un grupo de trabajo entre la Administración regional y la Inspección de Trabajo (Ministerio de Empleo) para reforzar la identificación y sanción de las irregularidades comentadas.

Pero el marco legal es complejo. El reconocimiento de la figura del trabajador autónomo dependiente en el Estatuto de los Trabajadores a partir de 2007 dio cierta protección y cobertura en la ley a un tipo de relación entre autoempleados y empresas cuyas fronteras con el "falso autónomo", castigado como un fraude, son difusas. Autónomos dependientes pueden ser aquellos que perciben al menos el 75% de sus ingresos de una sola persona física o jurídica, aunque al mismo tiempo utilizan sus propios medios de trabajo y conserva independencia técnica y sobre los horarios, aunque los pacte con la compañía que contrata sus servicios. El "falso autónomo" sería aquel que carece de esa independencia, utiliza los medios de la empresa, a la que dedica toda su jornada y de la que obtiene el 100% de sus ingresos.

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