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Los jardineros de la flora intestinal

La firma asturiana Microviable Therapeutics desarrolla técnicas de trasplante de microorganismos para garantizar la función digestiva en enfermos

Los jardineros de la flora intestinal

Algunas terapias para curar enfermedades resultan tan abrasivas que pueden acabar de un plumazo con la microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos que viven en ese órgano del aparato digestivo y que garantizan la función intestinal. En cómo "replantar" esa población bacteriana es en lo que llevan trabajando desde hace un año cuatro investigadores del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (Ipla-CSIC), Abelardo Margolles, Susana Delgado, Borja Sánchez y Claudio Hidalgo. Sus avances han sido tan significativos que la idea ya comienza a tomar forma de empresa, que han bautizado como Microviable Therapeutics.

Los cuatro trabajan juntos en el mismo grupo de investigación dedicado a indagar los probióticos y cómo éstos pueden ayudar a mejorar la salud humana. Entre probetas descubrieron que había una gran diferencia entre la cantidad y tipos de microorganismos que habitan en los intestinos de una persona sana y de otra que estaba enferma de lupus, alergias u otras dolencias. Notaron que la población no era igual entre unos y otros. "Al comprobar esas alteraciones se planteó la idea de obtener y almacenar la microbiota intestinal de personas sanas para poder utilizarla para restablecer su microbiota cuando ésta acabe dañada en casos de tratamientos prolongados con antibióticos, radioterapias o quimioterapias", asegura Claudio Hidalgo. Sería una especie de autotrasplante, después de un complejo mecanismo para aislar a esta población de microorganismos a partir de las heces.

Trasplante entre personas

También están explorando las posibilidades de que esa especie de trasplante se pueda realizar entre personas que no tengan ninguna relación. Entre una que esté sana y otra que esté enferma. El problema que tienen es que existe un vacío legal a la hora de administrar este tipo de soluciones. "Ya hemos hecho la consulta a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios", explica Hidalgo. A día de hoy, argumenta, esta posibilidad sólo es factible en casos de infección recurrente por "Clostridium difficile", una bacteria que produce fuertes diarreas. Ni los antibióticos más fuertes funcionan para combatir a este patógeno invasor de los intestinos, y lo único que está dando resultados, y muy positivos, es lo que se conoce como trasplante fecal.

"Es fácil que tras una enfermedad acompañada de diarreas severas se pierda la microbiota intestinal y que este patógeno llegue allí y colonice, y cuando lo hace la mortalidad es del 30%, y en el mejor de los casos la gente se pasa uno o dos años yendo de forma constante al hospital para tratarse", destaca Hidalgo. En Estados Unidos han solucionado el problema directamente con los llamados trasplantes fecales, y lo hacen, explica el investigador, "a base de coger las heces de una persona sana, homogeneizarlas en una solución salina, y dárselas al enfermo mediante una sonda".

La compañía asturiana está ensayando un nuevo método, menos repulsivo, aislando solamente las bacterias necesarias para que vuelva a replantar la microbiota intestinal del enfermo y administrarlas, probablemente en forma de pastilla. Mucho más higiénico. En Estados Unidos, por ejemplo, no se hace esa separación.

A raíz de toda esta metodología, los investigadores han desarrollado un sistema de recogida y transporte para garantizar la viabilidad de los microorganismos que seleccionan cuidadosamente de la microbiota intestinal. Una idea que ya tienen en la cola de la oficina de patentes.

En busca de socios

Ahora, con la idea ya bastante madura, quieren darle forma de empresa, captar socios inversores que apoyen su desarrollo tecnológico y poner en el mercado su tecnología. Uno de los escollos que se han encontrado es cómo dar el salto del laboratorio al despacho y vender. Para saltar el obstáculo se han puesto en manos del Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) y han participado en el programa "Se busca CEO", gracias al cual han incorporado al proyecto un perfil directivo.

Su siguiente paso será el de buscar financiación para poder montar o alquilar su propio laboratorio. El terreno en el que están investigando está, además, bastante yermo, salvo algún gran laboratorio farmacéutico que está haciendo cosas similares, pero no iguales, y situado fuera de España. Su intensa labor investigadora les ha llevado a ganar recientemente el premio "Radar spin off" al mejor proyecto nacido al calor de un centro de investigación y que tiene más posibilidades de convertirse en empresa, que conceden el CEEI y el BBVA.

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