El gijonés Miguel Alonso tiene 22 años y firmó en junio su primer contrato laboral para ejercer durante dos meses como socorrista acuático en las playas de Gozón. "Otros años no busqué lo suficiente, no me veía en la necesidad", aclara Alonso.

El suyo es un trabajo estacional y lo consiguió tras superar un proceso de selección en el Ayuntamiento de Gozón. Tiene claro que el fin del verano y el de su contrato van de la mano, pero no le asusta. "Conseguí el típico trabajo de verano para poder ahorrar algo de dinero. Además, estoy dado de alta en la Seguridad Social, estoy cotizando, lo que siempre es positivo para el día de mañana", señala. El año que viene va a intentar volver a conseguir plaza, aunque no ve su futuro ligado al socorrismo. Eso sí, "como primera experiencia laboral es muy buena".