La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El agua asturiana inicia la reconquista

Las embotelladoras del Principado, que se tambalearon durante la crisis, han invertido en renovación y apelan a su origen para recuperar el mercado local

La nueva máquina de embotellado de Aguas de Fuensanta en Nava. FERNANDO RODRÍGUEZ

Asturias está dejando de beber su agua. Los manantiales de otras regiones quitan la sed a buena parte de los asturianos, una situación que las embotelladoras de agua mineral de la región tratan de revertir con inversiones, diseño, publicidad y declaraciones de asturianía. "Queremos reconquistar el mercado asturiano", afirmó el martes José Luis Martín-Caro, presidente de Aguas de Fuensanta, durante la inauguración de la nueva línea de envasado de la compañía en Nava. Martín-Caro apeló al "orgullo regional" y el presidente del Principado, Javier Fernández, destacó "la paradoja de que Asturias importe agua mineral, suena a aquello de llevar hierro a Bilbao, que se decía en otras épocas".

También es cierto que en otras épocas el potencial de la industria asturiana envasadora de agua era mayor. Cuando estalló la última crisis económica, en Asturias había cinco compañías embotelladoras de agua mineral: Fuensanta, Cuevas, Borines, Quess e Inbesa, que comercializaba la marca Galea. Juntas sacaban al mercado cerca de 200 millones de litros al año según los datos de la patronal del sector, Aneabe.

Actualmente la producción apenas supera los 100 millones. Quess y Galea desaparecieron y las otras tres, que tuvieron el agua al cuello, han pasado por procesos de reconversión que les han permitido salir a flote y aspirar, ahora, a reconquistar el mercado.

La familia asturiana Cepeda se hizo en 2010 con la mayoría accionarial de Agua de Borines -la marca asturiana más antigua y que en los años 60 del pasado siglo era líder en el mercado regional- y la orientó hacia el mercado de las aguas de calidad en el canal de distribución denominado "horeca" (hostelería, restauración y "catering"). Sólo embotella en vidrio de diseño.

El grupo cervecero gallego Hijos de Rivera, fabricante de Estrella de Galicia y del agua Cabreiroá, adquirió en 2007 el 80% de Agua de Cuevas, en Felechosa (Aller), y en 2010 amplió su posición hasta el 100%. En 2012 invirtió 1,7 millones en una nueva línea de envasado y desde entonces ha ido incrementando producción, pero también plantilla, según destacan desde el grupo gallego.

El tercer y mayor fabricante de agua mineral de Asturias, Fuensanta, entró en suspensión de pagos en 2013 y un año después la firma Global SMM 2009, liderada por el inversor asturiano residente en México José Miguel Fernández, tomó las riendas de la compañía de Nava con la intención de reflotarla. Acaba de invertir 4 millones de euros en una línea de envasado que permitirá incrementar la producción en un 25%. Además ha rediseñado sus botellas.

Los proyectos

La compañía de Villaviciosa Valle, Ballina y Fernández (Sidra El Gaitero), que se quedó en 2014 con Inbesa, filial de Fuensanta que comercializaba desde Siero el agua Galea, planea entrar en el negocio de las aguas minerales. Y la unión temporal de empresas (UTE) formada por Capital Water y Professional Water, adjudicataria de la construcción y explotación de una planta embotelladora en el manantial de Comillera, en Sobrescobio, aún tiene el contrato en vigor para iniciar el proyecto.

El negocio del agua vuelve a brotar. Las empresas asturianas quieren llevar su negocio lejos, pero sobre todo recuperar el mercado local. El presidente de Fuensanta, José Luis Martín-Caro, alude a la falta de "orgullo regional" en la preferencia por las marcas foráneas y Agua de Cuevas apela al sentimiento asturiano en sus nuevas campañas publicitarias. "En otras regiones se valora más la producción local, nosotros intentamos penetrar el Galicia, pero allí prefieren el agua embotellado en la región, como los catalanes", señala Pedro Antonio Cepeda, presidente de Agua de Borines.

Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el pasado año se consumieron en los hogares asturianos 43,2 millones de litros de agua mineral valorados en 11,2 millones de euros. Las medianas superficies comerciales son los principales puntos de venta. La NUEVA ESPAÑA comprobó ayer si las marcas asturianas estaban en las estanterías de las principales cadenas de supermercados de la región. Visitó en Oviedo establecimientos de Alimerka, MasyMas, Mercadona, Supercor, La Plaza de Dia (antiguo El Árbol) y Dia y en todos había botellas de las dos marcas asturianas que venden por el canal de la distribución alimentaria: Fuensanta y Cuevas. Los asturianos las tienen al alcance y junto a ellas, botellas de los gigantes del sector (de las marcas de Danone, como Font Vella y Lanjarón, de las del grupo San Benedetto, o las de las marcas de Nestlé, Pascual Vichí Catalán o Coca-Cola) y las botellas de las marcas blancas, con los precios generalmente más bajos y origen, siempre, fuera de Asturias.

La hostelería

En España el 77,8% del agua mineral embotellado se consume en las casas y el 22,2% fuera del hogar, principalmente en establecimientos hosteleros. En el caso de Asturias son otros 12,4 millones de litros por los que puja la industria regional. "Aquí el consumidor final apenas tiene capacidad de decisión, porque en los bares y restaurantes no es habitual que haya cartas de aguas, el que decide la marca es el hostelero y sobre él tienen mucha influencia los gigantes de las bebidas, que junto a la Coca-Cola o la Mahou les venden a precio el agua de sus marcas, como Aquabona y Solan de Cabras", señala Pedro Antonio Cepeda, que ha orientado Agua de Borines hacia el segmento de las aguas de calidad, el de las mesas de mantel, para encontrar un hueco en la hostelería asturiana y también en la Madrid.

Compartir el artículo

stats