La crisis internacional no ha dejado ilesas a las altas rentas asturianas y tampoco a los segmentos de población más inermes y con menores ingresos.

Entre 2007, el año previo a la Gran Recesión, y 2014, cuyos datos definitivos del IRPF han sido dados a conocer ahora por la Agencia Tributaria, el colectivo de sujetos fiscales de la región que declaran ingresos superiores a los 60.000 euros se redujo el 22,66%: pasaron de 15.850 declarantes a 12.257. En ese mismo periodo el número total de contribuyentes asturianos del Impuesto sobre la Renta de la Personas Físicas menguó en 1,43%, bien por la caída de la población o por el aumento del colectivo exento de declarar el impuesto sobre la renta por la carencia de ingresos suficientes.

Si en la campaña de 2007 quienes declararon rentas superiores a los 60.000 euros anuales fueron el 3,05% de los 519.048 contribuyentes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas en la comunidad, en 2014 esa proporción había bajado al 2,4% de los 511.582 sujetos fiscales.

El descenso se produjo tanto en el escalón entre 60.000 y 150.000 euros (el número de contribuyentes se redujo el 10.65%: pasó de 13.815 a 11.362) como, sobre todo, en el tramo por encima de los 150.000 euros, que menguó el 56,26%: se redujo de 2.035 personas a 865.

En el extremo contrario, la depauperación causada por la crisis aún es más apreciable. Los contribuyentes sin ingresos más que se triplicaron: pasaron de 3.295 a 11.403, lo que supuso un aumento del 246%. De representar el 0,63% del total, pasaron a suponer el 2,23%.

El colectivo con rentas de hasta 12.000 euros también se redujo (cayó de 183.886 a 187.261, el 1,8% menos) pero no su peso sobre el total de personas sujetas al impuesto, que incluso aumentó muy ligeramente. Si en el ejercicio previo a la crisis supusieron el 35,17% del total de declarantes, en 2014 el colectivo representó el 35,95%. Esto parece indicar que los sujetos fiscales que salieron de este colectivo por abajo se vieron compensados parcialmente por quienes, procedentes de tramos superiores de ingresos, vieron mermados sus niveles de renta. Ese mismo corrimiento hacia abajo se produjo dentro de ese rango: entre 1.500 y 6.000 euros, los declarantes crecieron muy ligeramente (pasaron de 67.362 a 67.712) y decrecieron en la horquilla entre 6.000 y 12.000 euros.

En el segmento entre 21.000 y 30.000 euros el número de declarantes menguó el 2,13% (pasó de 92.795 a 90.918) pero, por el contrario, el efecto riqueza aumentó, a pesar de la crisis, en el nivel comprendido entre los 30.000 y 60.000 euros, que creció el 25,78%: si en 2007 se encuadraron en este nivel 73.595 asturianos, en 2014 fueron 92.568.