Las fábricas asturianas de Arcelor-Mittal tan sólo acogerán a 85 de los 323 trabajadores de la factoría de Zumárraga que la multinacional tiene previsto cerrar. Otros 209 empleados han decidido rechazar las recolocaciones que les había ofertado el gigante del acero en los talleres de Gijón y Avilés y han aceptado una indemnización.

Los que dejan la empresa recibirán el equivalente a 45 días por año trabajado hasta 24 mensualidad hasta 2012, y de 33 días desde febrero de ese año (fecha en la que entró en vigor la reforma laboral).

Los sindicatos asturianos aseguraron que la cifra de trabajadores vascos que vendrá a Asturias es "manejable" y esperan que no afecte al empleo eventual. La compañía aseguró que en los próximos días se sentará con el comité de empresa en Asturias para discutir cómo se va a hacer la integración de los empleados vascos, y qué efectos puede tener sobre el trabajo temporal de las plantas. CC OO se apresuró a apuntar que se va a exigir el cumplimiento de los compromisos del último acuerdo marco, firmado a principios de año en Madrid, y que incluyen la contratación anual de cien eventuales para cubrir las bajas por jubilación en las plantas de Asturias.

Mientras se cierra esa negociación, los 85 trabajadores vascos que han aceptado la recolocación serán recompensados con una ayuda de 25.000 euros, además de una indemnización adicional que variará dependiendo de cada caso y que se calculará en función de la pérdida salarial que van a sufrir. Las nóminas que tenían en tierras vascas eran considerablemente superiores a las que van a percibir en el Principado.

En unos días, estos trabajadores tendrán que pasar por un curso de formación que se va a celebrar en las instalaciones de La Toba, en Avilés, y que durará un par de meses. Luego se llevará a cabo el proceso para asignar a cada uno una tarea dentro de los talleres asturianos. La multinacional aseguró que el reparto entre Avilés y Gijón se hará de una forma equitativa, y teniendo en cuenta la carga de trabajo de las instalaciones. En el caso de que no les convenza su destino final, la siderúrgica dará a los trabajadores una nueva oportunidad para que puedan rechazar la recolocación y, llegado el caso, les ofrecerá la opción de acogerse a las indemnizaciones legales incluidas para este tipo de procesos, aunque esa cantidad, matizaron fuentes sindicales, sería bastante inferior a la que podrían haber recibido si, ya de mano, hubieran aceptado la baja voluntaria.

De los 209 que ya rechazaron ser trasladados a Asturias, la inmensa mayoría (187) dejaron ayer mismo de forma definitiva la empresa. Otros 22 lo harán en los próximos días. Además, otros ocho se quedarán en la planta para atender el almacén y 21 serán prejubilados.