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"Next", el asistente asturiano del profesor

La compañía llanerense Adele diseña un robot que a partir de septiembre ayudará a aprender a miles de estudiantes españoles

Celestino Álvarez, "Tico", Rocío Alonso, responsable de comunicación, y Joaquín Martín. MARÍA GÓMEZ

"Next" apenas levanta un palmo del suelo, no habla, pero tiene una función muy clara: enseñar algunas lecciones básicas a alumnos que están a las puertas de Primaria (los que tienen entre 3 y 6 años). Entre ellas, distinguir entre la derecha y la izquierda o a planificar acciones futuras. Será, desde septiembre, el ayudante del profesor en miles de aulas españolas. Los estudiantes podrán programarlo para que se mueva como ellos quieran con unos pequeños botones que tienen en su gorro. En su diseño y en definir lo que puede hacer este diminuto androide trabaja desde hace un año la empresa asturiana Adele Robots por encargo de una importante editorial nacional de libros de texto. "Es probable que dentro de unos años esos estudiantes o acaben trabajando en algo relacionado con los robots o traten con ellos de forma habitual", asegura Celestino Álvarez, director de la compañía. Por eso tienen que ir habituándose a su trato. En el inicio del curso habrá 10.000 pequeños "Next" en las clases españolas. En cada uno de ellos estará grabado el lema "diseñado en Asturias".

Adele nació con la idea de diseñar androides que fueran capaces de interactuar con las personas, explica el director comercial de la empresa, Joaquín Martín. "Aún tenemos dificultades para aceptar a los robots como parte de nuestro día a día", apunta Álvarez. Su apariencia es esencial. En su caso, la compañía se apoya en el escultor asturiano Antonio Granado, que es el que se encarga de dar forma a sus ideas.

La primera de sus creaciones fue "Tico" (que fue diseñado por su matriz Treelogic), un pequeño robot con dos brazos que acaban en una pantalla y que tiene unos ojos muy grandes. Su peculiar físico está hecho a posta. "Solemos hacer un experimento que nos sirve también para averiguar la edad de nuestro interlocutor. Diferenciamos entre a quienes les recuerda a Wall-E (un personaje de una película de Disney de hace 8 años) o a Cortocircuito (el protagonista de un filme de mediados de los ochenta)", bromea Álvarez, "jugamos con esos conceptos para que resultara familiar porque todos tenemos guardados alguno de esos recuerdos".

"Tico" es, en palabras de sus creadores, un chistoso. Su función principal es la de hacer de relaciones públicas para empresas o cualquier tipo de evento. Se encarga de recibir a los clientes, orientarles si necesitan ayudan, darles conversación si lo necesitan, con frases que tiene ya programadas y que se encarga de identificar cuándo las debe soltar, y, entre palabra y palabra, suele soltar algún que otro chascarrillo. En cada escenario necesita algo de preparación. "Por ejemplo, si es un acto para una compañía energética antes hay que enseñarle todo lo relativo al sector eléctrico", destaca Álvarez.

Un ejemplar de "Tico" campa a sus anchas desde hace unos años por las oficinas del banco ruso Sberbank, fue un encargo para el 170.º aniversario de esta entidad financiera, y supuso la primera exportación de Adele Robots. En aquel acto para celebrar el cumpleaños del banco el robot llegó a intercambiar algunas palabras con el actual presidente del país, Vladimir Putin (por aquel entonces primer ministro), e incluso le hizo algún que otro chiste con un perfecto acento ruso metalizado. Ahora se encarga de recibir a los clientes en una de las gigantescas oficinas digitalizadas de la entidad, de las llamadas inteligentes, aunque sus creadores reconocen que le han perdido la pista. "Hemos visto fotos en alguna feria del sector", afirma Álvarez.

Adele tiene también los derechos para la comercialización de "Nuka", una pequeña foca destinada a acompañar a personas mayores, y diseñada por el doctor en electrónica japonés Takanori Shibata. "Está lleno de sensores y lo que hace es reaccionar a estímulos cuando interactúa con su interlocutor", destaca Joaquín Martín. "Eso no está programado y el robot va aprendiendo de sus experiencias y respondiendo a ellas; si recibe estímulos positivos, por ejemplo, si la acarician, emite un sonido agradable, pero si la golpeas o le tocas los bigotes protesta". Aunque su comercialización no ha sido fácil. Álvarez señala que "en Japón se vendieron cuatro mil unidades de esta foca robótica, en Dinamarca se comercializaron cuatrocientos y aquí vendimos cuatro". Y añade: "La mentalidad es diferente".

Y eso que tiene algunos resultados muy sorprendentes. Su función principal es la de conseguir despertar la zona más emocional del cerebro de los mayores. "En un centro médico de aquí cerca una señora que había dejado de comunicarse con los familiares y terapeutas volvió a hablar con ellos gracias a ciertas actividades con la foca", explica Álvarez.

Adele augura un futuro lleno de androides. "Los robots van a ser tan esenciales que creemos que en un futuro la economía la crearán las máquinas y los seres humanos no tendremos que trabajar", augura Álvarez.

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