Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), la filial industrial de Central Lechera Asturiana (Clas), inauguró ayer en Granda, Siero, su remodelada línea de producción de yogures, con la que pretende plantar cara en el mercado regional y nacional a sus competidores y desbancar a Danone de su posición de liderazgo en este segmento alimentario. Con las mejoras, que supusieron una inversión de casi dos millones de euros, la línea será capaz de producir 69.000 unidades de postres lácteos a la hora. Además se consolidarán los cien empleos de la planta.

Capsa presume de haber innovado con sus nuevos yogures. No tienen aditivos, pueden comprarse en envases individuales y tienen una mayor variedad de sabores. En concreto, manejan veintinueve referencias diferentes. "El objetivo es captar clientes que habían dejado de consumir estos productos por monotonía", aseguró José Armando Tellado, director general de Capsa.

La compañía ya es líder nacional en venta de leche, nata y mantequilla, pero el de los yogures es un mercado que se le resiste. De hecho, en los primeros años de la crisis se replegó y dejó de vender este producto en todo el país para concentrar su comercialización en el noroeste de España. Ahora la estrategia ha cambiado y ya comienza a introducir esta nueva gama en supermercados de toda España. Danone es el líder hegemónico del mercado, tanto a nivel español como asturiano. En el Principado, la multinacional francesa controla el 35% de las ventas de yogures, mientras que Clas, que es la segunda más vendida, llega al 6%. Las enseñas del distribuidor tienen un 55% de la cuota.

El lanzamiento de los nuevos yogures de Capsa se produce, señaló Tellado, en un entorno poco propicio para el sector lácteo. "Ha habido bajadas de precios, una fuerte caída del consumo y un crecimiento de las marcas blancas. Ha sido como una tormenta perfecta para los ganaderos", señaló. En la misma línea, el presidente del Principado, Javier Fernández, destacó la delicada situación del medio rural. Hizo autocrítica, reconociendo algunos errores del propio Gobierno asturiano, aunque también apuntó que "la marca Asturias existe, es excelente y la industria agroalimentaria está llamada a ser una gran palanca en el desarrollo económico de nuestra comunidad".

También advirtió de que "el valor de esa marca Asturias se pone en riesgo cuando los presuntos defensores del medio rural denuncian sin cesar un estado calamitoso y conflictivo que no se parece en nada a la realidad". Por su parte, el presidente de Capsa y Clas, Bertino Velasco, aseguró que el plan estratégico de la compañía "comienza a dar sus frutos".