El Ibex 35 perdió ayer un 2,77%, protagonizando su mayor caída desde la registrada el 24 de junio tras el voto de los británicos a favor del "Brexit", cuando se hundió un histórico 12,35%. El selectivo español ha encadenado así dos sesiones consecutivas en negativo, coincidiendo con los primeros días del mes de agosto, y abandona la cota de los 8.300 puntos. Las dudas sobre la banca europea han extendido las pérdidas entre las principales plazas de Europa, una tendencia bajista que ha liderado el Ibex

Los inversores han vuelto a penalizar a los bancos cotizados pese a superar los test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea. Caixabank, Banco Popular y Banco Santander cedieron más de un 5%. Banco Sabadell, BBVA y BBVA se han anotado caídas superiores al 4%. Aún así, Arcelor-Mittal ha encabezado los recortes, al desplomarse un 5,5%. Entre las principales caídas también han despuntado las que se han anotado Telefónica (-3,8%), ACS (-3,3%) y Bankinter (-3%).

Según los analistas, una combinación de dudas sobre la metodología y la dureza de los test de estrés, unido al resultado nuevamente cuestionado de algunas entidades, han cambiado completamente la primera respuesta del mercado. De tal modo que los inversores están huyendo de los títulos de la banca a pesar de que, según las referidas pruebas, sólo un banco de los más de cincuenta europeos examinados, el italiano Monte dei Paschi, suspendió con claridad en solvencia ante los escenarios de adversidad económica que se ensayaron. Pero en el mercado se ha extendido la opinión de que los test no despejan todas las dudas y problemas que afectan al sector europeo: la caída de la rentabilidad en un entorno de tipos ultrabajos, hostil para el negocio financiero, que presumiblemente se prolongará varios años más; la persistencia de altos porcentajes de activos improductivos (fallidos) en la banca de varios países, particularmente en Italia; o los desafíos de la digitalización.

En ese contexto general, ayer se combinaron tres anuncios que penalizaron al sector europeo: el reconocimiento por parte del Commerzbank, segundo banco alemán, de que recortará su beneficio este año; la salida de Deutsche Bank y Credite Suisse del selectivo bursátil Stoxx Europe 50 tras las fuertes caídas en sus cotizaciones, y el castigo de los inversores en Italia a Monte dei Paschi y Unicredit, con fuertes pérdidas en el parqué de Milán que llevaron a la autoridad bursátil a suspender la cotización de ambas entidades. Las dos manejan planes de ampliaciones de capital para reforzarse, pero el fantasma de una intervención pública no ha desaparecido, aunque el Gobierno de Renzi asegura que la descarta.

Los mercados más castigados fueron los de España (-2,77%) e Italia (-2,76%), donde la mayoría de los bancos sufrió caídas superiores al 10%. París perdió el 1,8%, al igual que Frankcfurt.

Arcelor registró el mayor retroceso del Ibex 35 español (-5,54%). Otro valor ligado a Asturias, Liberbank, cedió el 5,12%, y Duro Felguera sufrió un fuerte correctivo: perdió el 7,09%, una de las mayores caídas del mercado continuo.