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Las reglas de la inspección de vehículos se endurecen

Los ajustes para aprobar el test de gases de la ITV pueden superar los 1.000 euros

La patronal de los talleres subraya que en muchos casos es necesaria una limpieza o sustitución de los filtros y de los catalizadores del coche

Los ajustes para aprobar el test de gases de la ITV pueden superar los 1.000 euros

J. L. S.

A raíz del escándalo de los motores trucados de Volkswagen, el Ministerio de Industria ha decidido endurecer la inspección de los gases contaminantes de los turismos. En concreto, el Gobierno nacional, siguiendo indicaciones de la UE, ha modificado el manual de procedimiento de los inspectores de la ITV, dándoles nuevas reglas sobre cómo deben realizar a partir de ahora las mediciones, más restrictivas que antes.

¿En qué consistió el escándalo de Volkswagen?

La firma alemana reconoció un fraude en 11 millones de vehículos por todo el mundo (683.626 en España) en los que había trucado el motor para que pareciera que tenían menos emisiones contaminantes. El Consejo Internacional para el Transporte Limpio (ICCT, por sus siglas en inglés) destapo el escándalo en EE UU después de que hace ahora tres años encargara a un equipo de investigación de la Universidad de Virginia Occidental pruebas de las emisiones de automóviles del grupo con motor diesel.

¿Qué mide la ITV?

Después de una primera inspección visual, el técnico pone una sonda al vehículo en el tubo de escape y acelera el turismo para que realice la combustión y empiece a expulsar los gases por el tubo de escape. El opacímetro, un aparato al que está conectada la citada sonda, capta las partículas en suspensión, con lo que mide fácilmente la contaminación que puede llegar a emitir el turismo. Uno de los problemas, según denuncian las ITV, es que esta prueba no logra medir todo el catálogo de gases que puede llegar a expulsar el coche. De hecho, estas compañías están reclamando que se endurezcan para poder medir, por ejemplo, el óxido de nitrógeno (NOx).

¿Cómo actúan las ITV asturianas?

Los establecimientos de la ITV de Asturias son de los más estrictas de España, con un alto porcentaje de coches que suspenden. En concreto, durante el año pasado la tasa de rechazo alcanzó el 25,95%. Es decir, de los 421.068 que se sometieron a la revisión, 109.263 lo suspendieron. De ellos, una parte relevante fueron rechazados porque tenían unas emisiones más contaminantes de lo permitido. Desde la entrada en vigor de la nueva normativa estos porcentajes han crecido. La tasa de rechazo general ha aumentado en cinco puntos. Mientras que los que suspenden debido a sus emisiones se ha duplicado.

El endurecimiento de los controles sobre las emisiones contaminantes de los turismos por parte de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) ha provocado, aguas abajo, un incremento de la actividad de los talleres asturianos. La tasa de coches que no superan el nuevo test de gases se ha duplicado en el último mes, y muchos han tenido que pasar por el taller para hacer algunos ajustes. Son reparaciones que, dependiendo del modelo y del fabricante del coche, pueden llegar a hacer un importante roto en el bolsillo de los conductores. En ocasiones, la factura puede llegar a superar la barrera de los mil euros, alertan desde la patronal regional del sector del automóvil Aspa.

Lógicamente, todo depende de las reparaciones que necesite realizar en el vehículo para cumplir con estas nuevas exigencias que ha impuesto el Ministerio de Industria. El Gobierno modificó el manual de procedimiento de la ITV, introduciendo cambios que entraron en vigor el pasado día 1 de julio y que hacen más restrictivo el control de las emisiones de escape. Ahora los inspectores tienen que consultar una placa que traen la gran mayoría de turismos en la que se especifica el límite de las emisiones que, según el fabricante, puede alcanzar el turismo. La ubicación de esta pegatina puede variar en función del modelo y de la marca. Hasta ahora los controles se basaban en la fecha de matriculación -si habían sido comprados antes de julio de 2008 el examen era más permisivo- y en las características del motor. Las reglas eran más laxas que tras las últimas modificaciones.

El presidente de la patronal asturiana de talleres y concesionarios (Aspa), Rogelio Suárez, asegura que las reparaciones para los vehículos que suspenden el examen de gases suelen ser comunes. Lo más habitual es que haya que hacer una limpieza de los filtros y de los catalizadores y, en ocasiones, sustituirlos. También es probable que se deba reemplazar lo que se conoce como sistema EGR (por sus siglas en inglés y que en castellano se traduce como recirculación de gases de escape), un mecanismo que permite reducir las emisiones del vehículo.

Hay además algunos modelos más conflictivos que otros a la hora de controlar sus emisiones. Rogelio Suárez asegura que uno de los que más problemas suele dar es el denominado 1.500 DCI, que instalan algunos grandes fabricantes.

Los primeros problemas con las emisiones, por norma general, comienzan a surgir cuando el vehículo ha cumplido los siete u ocho años. Son estos turismos los que empiezan ya a suspender esta restrictiva nueva prueba de gases de la ITV. La mayoría de los coches de la región sobrepasa esa antigüedad. La media de los turismos que circulan por Asturias alcanza ya los 12 años, ligeramente por encima de la media nacional. No obstante, desde los talleres se explica que realizar determinadas pautas a la hora de conducir pueden ayudar a los automovilistas a aprobar el examen. En concreto, resaltan que es aconsejable llevar el coche ligeramente revolucionado. Una práctica que en cierta medida permite limpiar los gases del vehículo. Aunque tampoco es garantía de éxito.

Las nuevas restricciones impuestas por el Ministerio de Industria llegan solo unos meses después del escándalo de los motores trucados de Volkswagen, preparados para saltarse controles de emisiones. Precisamente, la Asociación de Consumidores y Usuarios en Acción (Facua) denunció ayer que la Comisión Nacional de Mercados y la Competencia (CNMC) aún no ha dado respuesta a la denuncia que el colectivo tramitó contra la marca germana por conducta presuntamente fraudulenta.

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