Abengoa ha cerrado finalmente un acuerdo con los bancos y fondos de inversión acreedores para reestructurar su deuda financiera y mantenerse con vida. El pacto supondrá una inyección de dinero nuevo al grupo de 1.169,6 millones de euros, aunque esta cantidad incluye los importes refinanciados de los préstamos recibidos por el grupo en septiembre y diciembre de 2015 y en marzo de 2016, unos 515 millones de euros.

Esta financiación, acordada entre la compañía y sus acreedores después de maratonianas sesiones de negociación a lo largo de las últimas semanas, tendrá un rango superior a la deuda preexistente y se dividirá en distintos tramos. El primero asciende a 945,1 millones, con vencimiento máximo de 47 meses, que contará con garantías reales sobre determinados activos.

El segundo tramo corresponde a 194,5 millones, con vencimiento máximo de 48 meses garantizado con, entre otros, determinados activos del negocio de ingeniería. Y el tercero incluye una línea de crédito contingente que asciende a un importe máximo de 30 millones, que vence en 48 meses.

El plan no convenció a los inversores y las acciones de Abengoa perdieron ayer un 9% en la Bolsa.