El sector industrial es el más masculinizado y el que suele dar un menor número de oportunidades a las mujeres en los puestos de dirección. Especialmente, en los más altos. Pero en Asturias ya hay cualificadas excepciones y algunas de ellas muy recientes. Un claro ejemplo, es el de la ingeniera asturiana Ángela Santianes que acaba de tomar el mando del complejo químico de Du Pont, tras la jubilación de Enrique Macián._Llevaba casi treinta años ligada a esta compañía industrial. Pero no es el único caso. Yolanda Fernández Montes, directora de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Calidad de EdP en España, es una veterana en puestos directivos de la antigua Hidroeléctrica del Cantábrico (HC) y en una actividad, la energética, donde la presencia femenina es muy pequeña.

Otros dos casos tienen connotaciones políticas. Por un lado, está María Teresa Mallada, presidenta de Hunosa y dirigente del PP que preside la compañía minera estatal desde la llegada de Mariano Rajoy al Gobierno de España. Y, por el otro, Sandra Velarde, la ingeniera industrial que el pasado junio accedió a la dirección general de Industria del Principado, después de la renuncia de Luis Ángel Colunga, que se fue a dirigir un sindicato metalúrgico a nivel europeo.