El beneficio de Nestlé se redujo el 9 % en la primera mitad del año, periodo en el que alcanzó los 4.100 millones de francos suizos (unos 3.777 millones de euros), debido a un ajuste impositivo. La compañía helvética, con una planta en Asturias (Sevares), registró en cambio una subida del 3,5 % en el valor de sus ventas, hasta los 43.200 millones de francos (39.800 millones de euros). Ambos datos causaron cierta decepción en los operadores de mercados, ya que la evolución de la cifra de negocios es la más débil desde 2009 y a que se esperaba un resultado neto superior. Sin embargo, Nestlé aclaró que el retroceso del beneficio neto se debe a un ajuste de impuestos diferidos no monetarios y no recurrentes. Para la dirección, los resultados en general son conformes a lo que se esperaba y destacó que la compañía ganó nuevos mercados.