Asturias ha encadenado dos años de creación de empleo, pero aún tiene casi 55.000 personas menos con trabajo que en 2007, el anterior al inicio de la Gran Recesión (2008-2014), según se infiere de un trabajo estadístico reciente de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). Su información revela también que la hostelería superó el pasado año los 30.000 trabajadores, más que antes de la crisis.
Sadei hace cada año un recuento del empleo asturiano conforme a una metodología propia que considera, entre otras variables, la evolución de las afiliaciones a la Seguridad Social. Los datos de 2015, que acaban de conocerse, señalan que Asturias tuvo en ese año una media de 365.785 empleos, 8.271 más que en 2014, ejercicio este último en el que comenzó a crecer la ocupación después de seis anteriores de hundimiento de la oferta de trabajo.
La región cosechó ese resultado con un crecimiento económico que el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha cifrado en el 3,1% del producto interior bruto (PIB), inferior en una décima a la media del país. En la hipótesis de que se mantuviera estable el ritmo de creación de empleo estimado por Sadei (2,3% anual), Asturias necesitará seis años, hasta 2.022, para alcanzar los 419.000 puestos de trabajo que llegó a tener en 2007.
No obstante, hay algunas actividades que ya están en los niveles de entonces. El número de empleos en establecimientos de alojamiento, restaurantes, bares y negocios análogos fue en 2015 de 30.980, cerca de 1.200 más que en 2014 y por encima de los 28.691 que en 2007 estaban comprendidos en el epígrafe de hoteles y restaurantes. Tanto las estimaciones de Sadei como los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran que el sector hostelero ha sido uno de los que mejor ha resistido la crisis en términos de empleo, con niveles de ocupación siempre superiores a las 28.000 personas. Desde 2013, y con la vuelta del crecimiento económico a partir de 2014, estos negocios han ganado cerca de 2.800 puestos de trabajo.
Ese comportamiento de la hostelería es congruente con el patrón productivo que ha tenido la recuperación del PIB, muy anclada en el aumento del consumo de los hogares en toda España. Favorecida por el empuje del turismo, la hostelería parece haber rentabilizado el repunte del gasto privado más que otros sectores como el comercio, aunque el estrechamiento de los márgenes de negocio haya sido intenso en ambos. Las actividades comerciales daban trabajo en 2015 a unas 63.400 personas en Asturias, dos mil menos que en 2009.
El auge del empleo en la hostelería está sin embargo lastrado, según los sindicatos, por un empeoramiento en las condiciones laborales. En un sector siempre condicionado por la estacionalidad del turismo y por altas tasas de temporalidad en la contratación, ha ganado intensidad en estos años de crisis el uso del contrato a tiempo parcial (por horas), subrayó Marta González, responsable de UGT para la hostelería. Según Sadei, todo el aumento del empleo corresponde a asalariados y que el número de autónomos ha descendido.
Otros subsectores que tienen niveles de empleo superiores a los de 2009 son los de sanidad y servicios sociales, educación, los servicios auxiliares a las empresas (limpieza, vigilancias...), las actividades de consultoría y otras análogas y el área de información y comunicación, que incluye una parte de las empresas de nuevas tecnologías (TIC).
