El fabricante automovilístico alemán Volkswagen anunció ayer que interrumpirá la producción en seis fábricas en Alemania hasta finales de agosto por un conflicto con algunos suministradores externos de componentes, lo que afectará a casi 28.000 trabajadores, cuya jornada de trabajo se verá reducida, y a las producciones de los modelos Golf y Passat. El coste para la marca alemana puede rondar los 100 millones de euros a la semana, según cálculos de expertos.

El problema se originó tars la cancelación de pedidos a dos empresas, pertenecientes al mismo grupo y dedicadas a la fabricación de materiales para los asientos de los coches y a piezas de transmisión. Estas compañías acudieron a los tribunales y reclamaron 58 millones de euros. Y ante la negativa de Volkswagen a asumir la indemnización, han suspendido los suministros. Según el fabricante alemán de coches, las citadas empresas han actuado así pese a que están obligadas a suministra el material según una resolución provisional de la Audiencia Provincial de Braunschweig.

Volkswagen hace hincapié en que intenta llegar a un acuerdo con los productores de componentes pero como no sabe qué va a ocurrir, se ha preparado para aplicar trabajo a jornada reducida y otras medidas de flexibilidad.

La interrupción de la producción en Emden (noroeste de Alemania), fábrica que produce el Passat, se lleva a cabo entre 18 y el 24 de agosto y afecta a 7.500 trabajadores.

En Wolfsburg, donde se encuentra la sede central del grupo Volkswagen y se produce el Golf, se parará la producción entre el 22 y el 27 de agosto, lo que afectará a 10.000 empleados.