El Principado ultima una nueva ley que puede poner contra las cuerdas la actividad de las llamadas gasolineras sin personal y de pago automático, al fijar la obligación de tener, al menos durante el horario diurno, trabajadores que atiendan las estaciones de servicio. Pero los empresarios asturianos de este sector quieren ir más allá y piden que se fuerce también a los centros comerciales con surtidores a disponer de personal para hacer los repostajes, a mayores de los empleados que ya tienen para cobrar a los clientes.
"Éstas son instalaciones que tienen riesgo de incendio y en las que se manejan materiales peligrosos; debería exigirse que hubiera alguien atendiendo con una mínima preparación". Lo asegura Fernando Villa, presidente regional de la Agrupación Española de Vendedores al Por Menor de Carburantes y Combustibles (Asvecar). Considera ilógico que en las gasolineras los trabajadores de las tiendas "deban tener carné de manipulador de alimentos hasta para vender una chocolatina, pero en cambio a quien maneja el combustible no se le exija preparación alguna".
Una tesis muy similar defiende también la otra patronal del sector. Darío Rodríguez del Amo, presidente de la Asociación Asturiana de Estaciones de Servicio, asegura que los surtidores de los centros comerciales deben tener personal "que los atienda por los problemas que se puedan ocasionar". Muchas de estas estaciones de servicio anexas a las grandes superficies ya tienen personal en unas cabinas para cobrar a los clientes. El inconveniente, señala Villa, es que esos empleados están generalmente acogidos al convenio de comercio y entre sus funciones no está servir combustible a los clientes, ni actuar en caso de que se produzca un accidente. "Lo único que podrían llegar a hacer es llamar a un superior", asegura.
En los últimos años, los centros comerciales han plantado una dura batalla comercial a las estaciones de servicio convencionales dentro y fuera de España, aplicando fuertes rebajas en los precios del combustible.
Las patronales no tienen claro que sus reclamaciones puedan estar incluidas en la redacción actual del proyecto de normativa que prepara el Gobierno asturiano y que, según las previsiones que maneja Rodríguez del Amo, podría ser aprobada en unas pocas semanas. "Las grandes superficies algo van a tener que hacer, seguramente contratar nuevo personal", señaló el empresario asturiano. Algo más duro, Fernando Villa asegura que se ve "poca voluntad política" para apretarles las tuercas a las grandes superficies.
Aunque la ley está aún en proceso de tramitación en los despachos de la Administración asturiana, los empresarios del sector ya han comenzado una labor de divulgación con los ayuntamientos para informarles sobre los nuevos cambios legislativos que se avecinan. Rodríguez del Amo reconoce que en los ayuntamientos ya "se están poniendo unos requisitos mayores" para la construcción de estas gasolineras desatendidas, también llamadas "low cost".
Hasta el momento, la permisiva legislación, critica Fernando Villa, había propiciado la expansión de este tipo de negocios. "Ha habido mucha gente con terrenos, que venían del mundo de la construcción, que han montado una de estas estaciones desatendidas", señaló el empresario.
En un principio, la nueva ley sólo obligará a que los surtidores estén atendidos durante el horarios diurno. Las patronales asturianas del sector ya han reclamado en varias ocasiones, que esa imposición se extienda también durante la noche. Con este proyecto de ley, Asturias será una de las últimas comunidades en legislar sobre esta materia. En el Principado hay unas cinco estaciones desatendidas, pero ya hay proyectos en marcha para hacer alguna más.
