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Ajustes en la primera organización sindical del Principado

UGT-Asturias se plantea permutar su sede central de Oviedo para ahorrar costes

Las dificultades económicas y los altos gastos de mantenimiento llevan al sindicato a explorar el canje del inmueble por otros en la capital y en Gijón

Catorce plantas y casi seis mil metros cuadrados construidos. MIKI LÓPEZ

UGT de Asturias ha activado un nuevo plan para recortar gastos que incluye ajustes "no traumáticos" de personal, ahorros en otros capítulos y también la posibilidad de que los servicios centrales del sindicato en Oviedo se muden a nuevas dependencias. La dirección que encabeza Javier Fernández Lanero está explorando la opción de permutar el actual edificio que UGT ocupa en la plaza General Ordóñez de Oviedo, un inmueble de catorce plantas situado en el corazón de la ciudad.

Fernández Lanero, secretario general de UGT-Asturias desde el pasado mayo, matizó ayer que la permuta de la sede central no es la primera opción que maneja el sindicato para abordar sus dificultades económicas, pero sí está en estudio y se pondrá sobre la mesa en la hipótesis de que resulten insuficienes otras medidas de ajuste, entre ellas un nuevo recorte de personal mediante acuerdos con trabajadores de edad avanzada para su prejubilación. El dirigente descartó a preguntas de este diario que vayan a producirse despidos. La Unión Regional de UGT tiene ahora una estructura con 36 trabajadores, en buena parte abogados del equipo que presta asesoría jurídica a los afiliados. Son treinta trabajadores menos de los que había cuando, a fines de 2012, el sindicato, entonces bajo la dirección de Justo Rodríguez Braga, inició los ajustes laborales en Asturias con un expediente de regulación de empleo de reducción de jornada y salarios.

En el supuesto de que esas otras medidas de ahorro no basten para hacer sostenibles las cuentas, la dirección de UGT intentaría la operación de permuta de su sede central. Según el criterio de la dirección, el edificio tiene una dimensión excesiva para el sindicato y unos costes de mantenimiento "elevadísimos", en particular los energéticos. UGT tiene cedido el uso del inmueble, si bien la propiedad corresponde al Ministerio de Empleo, como parte del llamado Patrimonio Sindical, del que forman parte los bienes de la antigua Organización Sindical del franquismo, conocida en la época como el Sindicato Vertical.

UGT estudia acogerse a una norma de la ley de Cesión de Bienes del Patrimonio Sindical (1986) que considera la posibilidad de permutar propiedades por otras de valor equivalente. El sindicato ya ha solicitado al Ministerio de Empleo una tasación del inmueble para explorar la operación. El edificio, de 1954 y con más de 5.900 metros cuadrados de superficie construida repartidos en catorce plantas, tiene una ubicación muy céntrica y atractiva para viviendas y oficinas. UGT ve viable encontrar promotores interesados en hacerse con el inmueble para remodelarlo y explotarlo a cambio de entregar a Patrimonio Sindical y para uso de UGT una sede alternativa en Oviedo y quizá otras situadas en ciudades diferentes, como Gijón.

El sindicato obtendría ahorros en los costes de su sede central y podría plantearse también la venta de la que tiene en Gijón, propiedad de UGT. Si la idea de la permuta sigue adelante, la decisión de abordarla correspondería al comité regional, máximo órgano del sindicato entre congresos, y al Gobierno central, al que compete autorizar la operación.

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