El árido Oriente Próximo se ha convertido en una tierra fértil de oportunidades para las empresas de ingeniería asturianas y otras compañías de servicios especializados. El vigor de la obra pública, que en Europa escasea, y el desarrollo de proyectos ligados al sector energético en países como Emiratos Árabes Unidos, Dubai o Arabia Saudí están moviendo contratos millonarios de los que se están aprovechando algunas de las principales compañías regionales. Aunque hacer negocio allí no es tarea fácil, aseguran los empresarios, por la inestabilidad política y las barreras culturales, legales e idiomáticas que se deben superar.
Ganar un contrato público en países como Emiratos Árabes Unidos, Irán, Arabia Saudí, Yemen o Kuwait es una carrera de fondo. Lo sabe bien Pedro Quirós, director de marketing de Talleres Zitrón. Su compañía acaba de lograr una obra por valor de cien millones para instalar el sistema de ventilación del metro de Doha (Qatar), y desde hace unos meses también tienen un proyecto muy similar para la ampliación de una línea de metro en la ciudad iraní de Mashhad, la segunda más poblada del país. "Trabajar allí es una cuestión de paciencia, porque su concepto del tiempo es diferente al nuestro; primero tienes que precualificarte para poder optar a la obra, después hacer una oferta y, si te seleccionan, pasas a una lista con otros tres candidatos que se llama 'short list' (lista corta), y a esperar", explica el directivo.
Pese a las dificultades, son países llenos de oportunidades. "Es en esa zona del mundo donde se están moviendo los contratos públicos para hacer obras de infraestructuras, hay un potencial enorme", asegura Quirós.
Varias compañías asturianas ya tienen o están abriendo oficinas por aquellas tierras. Es el caso de Duro Felguera, con delegaciones en Arabia Saudí, Bahréin y Dubai. Fuentes de la ingeniería que preside Ángel Antonio del Valle coinciden en el potencial de la región, aunque también en la complejidad para entrar en esos mercados. Para salvar las dificultades es "imprescindible" tener presencia allí o un socio local.
Duro Felguera está pendiente de varios negocios en la zona, entre ellos algunos ligados a las comunicaciones aeronáuticas y el desarrollo de plantas energéticas. "Estamos trabajando en varias ofertas, tanto en solitario como a través de consorcios internacionales que seguramente se traduzcan en contratos en el último trimestre este año", asegura la compañía.
Hace unos días se dio a conocer que Duro compite, junto a la también española OHL, por un contrato para la ampliación de una planta de gas de ciclo combinado en Emiratos Árabes Unidos, valorado en 350 millones. También participa, a través de su filial Felguera Raíl, en la obra del tren de alta velocidad entre Medina y La Meca.
Otra de las que está sacando petróleo en forma de contratos en esa parte del mundo es la ingeniería TSK. "Hay oportunidades en las energías renovables fundamentalmente en la solar y en ciclos combinados, además de instalaciones de almacenamiento y transporte de gas", asegura su consejero delegado Joaquín García Rico. "Estamos muy activos buscando oportunidades en Arabia, Omán, Irán, Kuwait, Emiratos y Jordania". Y añade: "Somos la empresa con mayor actividad de ingeniería y construcción de plantas de energía renovable de la zona". De hecho, TSK tiene el contrato para hacer la mayor planta solar de Oriente Próximo, en Dubai.
El grupo General de Alquiler de Maquinaria (GAM) tiene dos oficinas en Arabia Saudí de la mano de un socio local, y ha participado en importantes proyectos en la zona, en el subsector petrolero y en otros de infraestructura energéticas, especialmente. Su presidente, Pedro Luis Fernández, destaca las posibilidades de la zona y asegura que "nosotros estamos contentos con nuestro trabajo allí".
Tal es el apetito de algunas compañías asturianas por estos países que Asturex, la sociedad regional encargada de impulsar las exportaciones, se ha fijado entre sus objetivos prioritarios abrir mercados en Irán, Arabia Saudí y Omán.
