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Los desafíos del negocio más castigado por la crisis

La construcción asturiana se atomiza

El sector sólo conserva una empresa con más de cien empleos | Los bajos precios de las obras estimulan los recortes de plantilla y la subcontratación de autónomos

La construcción asturiana se atomiza

La construcción asturiana tocó fondo en 2015 y este año crece por primera vez en número de empresas y en empleo, según la información estadística que maneja la patronal CAC-Asprocon. Pero ese aparente despegue del sector que más se expandió durante el ciclo de crecimiento de la economía y que mayor hundimiento registró durante la Gran Recesión (2008-2014) está muy lastrado, según los empresarios, por un proceso de "atomización" que socava su capacidad de innovar y de salir del mercado regional. Con más de 4.700 empresas dedicadas a la construcción, Asturias ya sólo tiene una que supere los cien trabajadores.

La dimensión del sector de la construcción presenta ahora rasgos como los siguientes, según el Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística: hay 4.775 empresas, unas dos mil menos que en 2008; el 70% de ellas no tienen asalariados, proporción que ha crecido en casi siete puntos desde 2013; otras microempresas, las que tienen entre uno y nueve empleados (1.361), se han reducido a la mitad desde el inicio de la crisis, y las de tamaño mediano (de diez a cincuenta trabajadores) han pasado de 431 en 2008 a 71 en 2016; la depresión del sector, primero por el estallido de la burbuja inmobiliaria y después con el desplome de la obra pública, casi ha liquidado el número de empresas que superaban los cien trabajadores; queda una de las catorce que llegó a haber.

Otras cuentas de la Fundación Laboral de la Construcción reflejan este año un aumento de empresas constructoras con empleados (1.627, según los registros de la Seguridad Social) y el primer incremento de plantillas desde 2007 (8.257 trabajadores acogidos al convenio colectivo del sector, cuatrocientos más que al finalizar 2015).

A pesar de esas señales de mejoría, los dirigentes de CAC-Asprocon ponen el acento en el problema del tamaño. "La dimensión cada vez es menor, nos estamos atomizando, y eso limita nuestra capacidad de modernizarnos y de competir", se queja Delfín Cuervo, presidente del gremio de contratistas de obra pública de la patronal asturiana. Y subraya: "Muchas de las principales empresas han desaparecido". Algunos ejemplos: Ceyd y Constructora del Principado, en proceso de liquidación, o el grupo El Caleyu, perteneciente a Serafín Abilio Martínez, presidente de CAC, y formado por sociedades dedicadas a la industria auxiliar.

Con arreglo a las mismas explicaciones, la atomización empresarial está incentivada por las dinámicas de la contratación pública y privada, muy centrada en la competencia en precios (a través del mecanismo de subasta, en el caso de la Administración). "Aquí llegan empresas de fuera con una mínima estructura que pujan con precios bajísimos", expone Cuervo. Sociedades prácticamente sin empleados estables que con frecuencia luego subcontratan los trabajos con autónomos.

Las empresas asturianas se han contagiado. Hay una tendencia a reducir lo más posible las estructuras estables para competir en precios. Y han emergido prácticas como la siguiente: compañías que, para ahorrar costes laborales, instan a trabajadores de plantilla a formar sociedades limitadas bajo compromiso de subcontratación. Menudea también la transformación de empleo asalariado en autónomo. A partir de 2014 comenzó a aumentar el trabajo por cuenta propia en la construcción, mientras el asalariado sujeto a convenio seguía descendiendo.

La falta de tamaño cercena la capacidad de las empresas de innovar y de competir fuera de Asturias. Los casos de compañías que se hayan internacionalizado son contados. Uno de los pocos es Coprosa, con adjudicaciones recientes de obra pública en Egipto. De la mano de CAC-Asprocon, un grupo de veinte empresas intentó entrar en el negocio constructor de Argelia, pero la aventura fracasó. La patronal cerró este año la oficina que en 2013 abrió a las afueras de Argel. Ahora hay otro intento de acceder a nuevos mercados, este protagonizado por el gremio de la industria auxiliar que dentro de la patronal preside Pablo Pascual Lombardía. El sector organizará el próximo octubre (entre los días 25 y 27), en colaboración con Asturex, el Foro de la Construcción, una feria para poner en contacto a las empresas asturianas con potenciales socios exteriores.

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