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Arcelor crea una empresa para integrar en Asturias a 85 empleados de Zumárraga

Ninguno de los trabajadores ha recibido la orden de incorporarse a su nuevo puesto

Trabajadores de la planta de Arcelor en Zumárraga, en una reunión en Avilés. RICARDO SOLÍS

Arcelor-Mittal ha creado una nueva empresa para integrar en las factorías asturianas a 85 trabajadores de la planta de Zumárraga (Guipúzcoa), que tiene previsto cerrar. Es una fórmula legal que la multinacional siderúrgica ha adoptado para facilitar los traslados y que provocó el enfado del comité de empresa vasco, que ha denunciado a la compañía por modificar de forma sustancial las condiciones laborales de estos empleados. El proceso judicial continúa abierto.

La creación de la nueva sociedad era necesaria para asignar a los trabajadores un centro de trabajo diferente al que tenían en tierras vascas cuando aún no está claro cómo va a ser su distribución entre los talleres de Gijón y Avilés. Lo que ha enfadado al comité de empresa es que las condiciones laborales que estos trabajadores tenían en Guipúzcoa eran sustancialmente mejores a las que van a disfrutar desde ahora en el Principado.

Ninguno de estos 85 empleados vascos de la siderúrgica ha recibido, de momento, la orden de reincorporarse a su nuevo puesto en Asturias, según señalaron ayer fuentes del comité de empresa de Zumárraga. La multinacional tiene la obligación de avisar a los empleados, al menos, con treinta días de antelación por lo que es probable que hasta octubre no comiencen los traslados. Antes de conocer en qué taller van a trabajar, estos operarios tienen que superar una serie de cursos en las instalaciones que la multinacional tiene el La Toba, en Avilés, para reciclarse con vistas a sus nuevas funciones. En principio, el plazo de incorporación a los puestos en Asturias iba de septiembre a diciembre.

Los sindicatos asturianos temen que estas recolocaciones puedan influir sobre el compromiso de la compañía de contratar a un centenar de trabajadores eventuales cada año para completar las plantillas de los talleres de Arcelor-Mittal en Avilés y Gijón y asumir la carga de trabajo. Las centrales aseguraron ayer que van a vigilar muy de cerca que este compromiso, incluido dentro del acuerdo marco firmado con la empresa a principios de año, se cumpla a rajatabla.

La puja por Ilva

Por otro lado, el ministro de Economía de Turquía, Nihat Zeybekci, aseguró durante una visita a Roma que la siderúrgica estatal turca, Erdemir, está muy interesada en hacerse con la planta de Ilva en Tarento (en el sur de Italia). Se trata del mayor complejo industrial de Europa, que llegó a tener ocho hornos altos funcionando al mismo tiempo y por la que también puja Arcelor-Mittal junto con el grupo Marcegaglia.

El portavoz del Gobierno turco aseguró que "Erdemir es una de las pocas empresas que puede plantar cara a la competencia china". No obstante puntualizó que con los responsables de Ilva hasta ahora tan sólo se están manteniendo "reuniones técnicas".

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