Agosto marca el máximo nivel de empleo del año en Asturias. En septiembre expirarán buena parte de los contratos estacionales y el paro repuntará previsiblemente. Pero en algunos de los concejos más turísticos, sobre todo los del Oriente, mucho trabajo estival sigue vigente una semanas más.

José Luis Martínez Laporta nació en Venezuela en 1980, aunque su padre es asturiano. Lleva un año en Asturias, donde consiguió trabajo como camarero en el restaurante Los Arcos de Cangas de Onís. Ya estuvo entre 2000 a 2009 en Asturias, estudiando administración y finanzas. En junio de 2015 regresó a la región y, como no le salían trabajos de lo suyo, se inclinó por la hostelería. Trabaja durante la época estival como camarero. "Aquí la temporada alta se alarga hasta el Puente del Pilar, aunque confío en mantener mi empleo más allá porque hay muchas actividades deportivas que mueven gente durante todo el año", explica. Y diagnostica: "Se ve mucha más gente en los bares, se nota que vamos saliendo de la crisis"

El empresario Javier Garaña regenta dos establecimientos hosteleros en Llanes. En temporada alta refuerza ambos negocios con unos ocho trabajadores. Todos tienen un contrato de temporada que se alarga, en la mayoría de los casos, hasta bien entrado el mes de septiembre. "Si las temporadas son buenas, como vienen siéndolo desde hace dos años, intento tirar con el personal todo el tiempo que pueda. Mi objetivo es crear cuanto más empleo mejor, pero somos un sector muy dependiente de la estacionalidad", dice. Y subraya que reducir esa estacionalidad es un desafío que pasa por mejorar la calidad.