La mina de oro de Carlés (Salas), paralizada desde marzo de 2015, ha reiniciado ya su actividad, según lo anunciado en julio, y se prevé que entre en fase de extracción de mineral "en pocas semanas", dijo ayer Orovalle, la compañía titular de la explotación y filial de la canadiense Orvana Minerals.

Carlés, que estuvo hasta ahora en mantenimiento, reanuda la extracción merced a la mejora de la cotización del oro (20% en lo que va de año), que, aunque ha cedido posiciones en las últimas semanas, se mantiene por encima de los 1.300 dólares por onza, niveles de junio de 2014.

Orovalle prevé acometer una campaña de explotación que se prolongará en principio durante ocho meses, durante los que estima producir en este yacimiento unas 115.000 toneladas de mineral con una ley promedio estimada de 2,5 gramos de oro por tonelada extraída. El mineral se procesará en las instalaciones que la empresa tiene en su principal explotación (la de El Valle-Boinás, en Belmonte de Miranda), y que por su mayor productividad y eficiencia ha seguido activa incluso durante el periodo de caída de la cotización del oro.

Para reabrir Carlés, Orovalle ha subcontratado a la empresa asturiana Satra, perteneciente al grupo Carbomec-Emcor, especializada en el desarrollo de infraestructuras mineras y civiles.

La mina generará 69 empleos, de los que 57 corresponden a la subcontrata y 12 son trabajadores que, tras la paralización de Carlés el año pasado, se integraron en El Valle-Boinás.

La compañía aborda la reactivación de Carlés con un horizonte temporal inicial por la incertidumbre sobre la cotización del oro, que es muy dependiente de la del dólar, con la que tiene una correlación inversa. Si el banco central de EE UU reanudase próximanmente la subida de tipos de interés, es factible que el oro pierda valor, salvo que acontecimientos como el inicio de negociaciones del Reino Unido para abandonar la UE, la desaceleración global, China u otros avatares aprecien el metal precioso por su condición de tradicional activo refugio. Carlés empezó a ser explotada en la época reciente en 1997 y estuvo activa hasta 2006. Tras un parón de cinco años, la reabrió Orvana en 2011.