La Dirección General del Catastro mantiene activo el procedimiento de "regularización catastral" en nueve municipios asturianos. Como ya hizo en decenas de otros concejos, el personal del organismo rastrea el territorio utilizando fotos aéreas, a menudo tomadas por satélites o mediante el uso de drones, y con intervenciones sobre el terreno para localizar inmuebles o partes de ellos (obras de ampliación o reformas) que no están declaradas y por los que no se tributa a efectos del impuesto de bienes inmuebles o de otros gravámenes.

Entre los concejos donde actuará el Catastro hasta el verano de 2017 figuran Oviedo y Gijón, además de Lena. Últimamente, se amplío además el plazo del procedimiento en Corvera, Laviana, Llanes, Rivadedeva, Sariego y Somiedo. Los trabajos, que debían completarse en ellos a principios de julio de este año, se extenderán hasta fines de noviembre.

La "regularización catastral" conlleva que los propietarios de los inmuebles no declarados quedan obligados a pagar una tasa de 60 euros para evitar otras sanciones. A partir de ese momento, su ayuntamiento puede reclamarle también el abono de los impuestos correspondientes a los ejercicios no prescritos.

Hasta el pasado mes de julio, en Asturias se habían identificado más de 27.000 construcciones o partes de ellas que estaban sin declarar, incluidas más de 800 piscinas. En ocasiones se trata de cocheras u otros añadidos a la edificación.