La compañía química y farmacéutica alemana Bayer, dueña de una planta en Lada (Langreo), persevera en su intento de absorción de la estadounidense Monsanto y ayer confirmó que ha elevado por segunda vez su oferta económica, situándola en los 65.000 millones de dólares (57.781 millones de euros) por el 100% de la multinacional de San Luis. Las dos propuestas precedentes (62.000 millones de dólares en marzo y 64.000 millones en julio) fueron juzgadas insuficientes por el consejo de Monsanto. Ayer, la dirección de Bayer emitió un comunicado en el que confirmó la existencia de "negociaciones avanzadas" con Monsanto, aunque precisó que aún no se puede dar por seguro un acuerdo. Las estadounidense se expresó en términos similares.
La unión de Bayer y Monsanto daría lugar al líder mundial en semillas modificadas genéticamente, protección de cultivos y otros suministros agrícolas. Se trata de un sector muy presionado por la caída de la demanda y el descenso de los precios de las materias primas en el mundo y que ya precipitó otras dos magnas fusiones químicas: la compra de la suiza Syngenta por la china Chem China y la unión (que se prevé culminar este semestre) de las estadounidense Dow Chemical y Du Pont, esta última dueña de un complejo fabril y de servicios en el valle de Tamón.
La danza de las fusiones, en la que también se especuló que podría implicarse el gigante alemán Basf, aspira a concentrar cuota de mercado mundial, reducir costes, suprimir duplicidades y reordenar negocios en una fase anémica del crecimiento mundial tras ocho años de crisis y de debilidad de la demanda global y de los precios de los productos básicos.
Bayer lanzó su oferta por Monsanto en mayo a un precio de 122 dólares por acción (el 35% más que su cotización previa a que trascendieran las intenciones de la alemana) y lo elevó a 125 por título en julio. Ahora, y tras dos rechazos por la estadounidense por juzgar insuficiente la contraprestación, la compañía con sede en Leverkusen ha incrementado su propuesta hasta los 127,5 dólares.
