El magistrado titular del juzgado central de Instrucción número 5 de Madrid, José de la Mata, ha imputado a las constructoras Assignia y Rover Alcisa por utilizar supuestamente la trama tejida por el embajador Gustavo de Arístegui y el diputado Pedro Gómez de la Serna (ambos del PP) para sobornar a funcionarios argelinos con el fin de conseguir contratos en el país norteafricano.

Assignia pertenece al grupo Essentium, propiedad de la familia asturiana Monje. La principal directiva del conglomerado empresarial, Susana Monje, es vicepresidenta económica y tesorera del F. C. Barcelona.

El juez De la Mata cita como imputadas a las dos firmas en un auto fechado el pasado día 1, según informó ayer "El Mundo", y lo hace por los cuatro delitos sobre los que se basa el procedimiento judicial contra Arístegui y De la Serna: cohecho, blanqueo de capitales, corrupción en las transacciones internacionales y organización o grupo criminal.

Según el mismo medio, agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) localizaron una cuenta a través de la cual las empresas habrían abonado a la trama más de tres millones de euros, que luego habría sido transferidos a sociedades de Holanda y Emiratos Árabes, controladas por algunos imputados de la red.

La información difundida asegura que Assignia, Elecnor y Rover Alcisa lograron de forma mancomunada, y en calidad de en unión temporal de empresas, el contrato para la construcción de un tranvía en la localidad argelina de Ouargla. El precio de dicho contrato fue de 230 millones de euros y, según las indagaciones policiales, las tres sociedades contrataron a varias firmas para que realizasen la intermediación y el asesoramiento para la consecución del contrato. Se sospecha que pagaron a la trama para que ésta sobornara a funcionarios argelinos o a familiares de estos, y que, una vez conseguidas las obras, las empresas habrían abonado después comisiones a la red de Arístegui y De la Serna a través de sociedades pantalla, meramente instrumentales.