Química del Nalón ha iniciado este año la implantación de cambios en su modelo laboral que incluyen vincular los salarios a los resultados de la empresa, una organización más flexible del trabajo y la incorporación de jóvenes que recibirán formación teórica y práctica.

La dirección de Química del Nalón, negocio principal del Grupo Orejas, expuso ayer los pormenores de algunos de esos cambios durante una visita que realizó el presidente el Principado, Javier Fernández, a la planta carboquímica que el grupo tiene en Trubia, donde fabrica breas y naftalinas, con aplicaciones en procesos industriales y en la construcción. La sociedad tiene otra factoría en Langreo, donde elabora coque para fundiciones.

El nuevo marco laboral fue pactado la pasada primavera con los sindicatos tras veinte meses de negociaciones. El convenio resultante de ese diálogo supone que durante tres años las tablas salariales no serán revisadas, si bien se crea una nueva retribución variable ligada a los resultados. Será equivalente al 3% del salario base, se pagará cuando los rendimientos de Química del Nalón superen cierto nivel y estará vinculada también a otros objetivos de calidad, seguridad, y absentismo. La sociedad que preside Rufino Iglesias facturó 121 millones de euros en 2015 y obtuvo unas ganancias netas de 3,2 millones.

El pacto con la plantilla incluye también un compromiso de formación para jóvenes. Química del Nalón incorporará a diez titulados en FP o Bachiller cada año durante los próximos tres. Recibirán formación teórica (610 horas) para obtener la certificación profesional de operador de planta química y, tras alcanzar esa cualificación, tendrán un contrato temporal de seis meses. Es la fórmula a la que ha recurrido la empresa para recuperar la figura del aprendiz.

El convenio colectivo incluye asimismo un anexo en el que plantea la instauración gradual de nuevas formas de organización del trabajo. Ese capítulo, que responsables de la compañía calificaron como una nueva "cultura laboral", supone transformar el sistema clásico de turnos por las llamadas "unidades autónomas de trabajo", caracterizadas por la polivalencia de los profesionales y por adecuar el tiempo y las funciones a la demanda de los clientes.

Química del Nalón, con 230 trabajadores, aspira con ese plan a "mejorar sus posición competitiva en los mercados". El 60% de la facturación de 2015 procedió de la exportación.