Más de 3.000 empleados del sector doméstico en Asturias trabajan "en negro", es decir, no están afiliados a la Seguridad Social a pesar de que es obligatorio desde 2012. Aquel año supuso un punto de inflexión en el número de altas en el sistema de protección, ya que hasta entonces en el Principado apenas se había superado la cifra de los 6.000 trabajadores del hogar y se pasó a más de 9.000. Sin embargo, en los últimos años las cifras permanecen estancadas y se mantiene la cuota de trabajadores en la economía sumergida.
La situación de Asturias es similar a la del resto de España. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) acaba de publicar un informe en el que subraya que más del 30% de los empleados del hogar en España trabaja "en negro". Sostiene que las reformas legislativas que aprobó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 para regularizar a este colectivo supusieron una importante transformación al pasar de una tasa de cobertura del 42,9% en 2011 al 69,1% en 2015. Sin embargo, "ese crecimiento espectacular se ha estancado y quedan 200.000 personas en España, la mayoría mujeres, que están trabajando pero no están afiliadas", señaló Joaquín Nieto, director de la Oficina de la OIT para España.
"Lamentablemente las cifras del informe de la OIT son reales, el Gobierno no ha creado instrumentos para que la legislación se aplique. Falta difusión, sensibilización y control, porque en caso de denuncia a la Inspección de Trabajo esta no pueden acudir al lugar donde trabajamos porque choca con el derecho a la inviolabilidad del domicilio", afirmó Carolina Elías, presidenta de Servicio Doméstico Activo (Sedoac), una asociación de mujeres de diferentes nacionalidades que "cansadas de pertenecer a un sector invisible, vulnerable y precario" decidieron unir fuerzas y luchar por los derechos laborales de las trabajadoras del hogar en España.
Poner cifras a la economía sumergida en el sector doméstico no es fácil, pero si se extrapolan los resultados del informe de la OIT para España a Asturias la cifra de empleados del hogar que trabajan "en negro" supera los 3.000. Según los datos de afiliación a la Seguridad Social difundidos por el Ministerio de Empleo, en agosto de 2016 había en el sistema especial para empleados del hogar en Asturias un total de 8.931 trabajadores. Esa cifra, al igual que ocurre en España, permanece estancada en los últimos años. La media en 2015 fue de 9.074 afiliados, en 2014 de 9.158 y en 2013 de 9.134. En 2012 se produjo el cambio de legislación. La Ley 27/2011 determinó la desaparición desde el 1 de enero de 2012 del antiguo Régimen Especial de Empleados de Hogar mediante su integración en el Régimen General a través de un sistema especial. Desde entonces todos los trabajadores del hogar deben estar afiliados a la Seguridad Social. En 2012 hubo un periodo de regularización de seis meses que hizo que al cierre del ejercicio el número de afiliados en Asturias fuera de 9.072 (aunque la media fue de 5.376 debido a la progresiva regularización), muy superior a los dados de alta en el antiguo régimen especial en 2011 (6.383) y 2012 (6.368).
"El cambio legislativo fue positivo, regularizó a muchas trabajadoras y se conquistaron derechos como la baja de maternidad; pero una vez aplicado el Estado lo ha dejado como un bebé abandonado, no se ocupa de su cumplimiento, no combate el desconocimiento, ni simplifica la burocracia para dar de alta a los trabajadores teniendo en cuanta que en muchos casos son personas mayores quienes contratan", señaló Carolina Elías, que destaca la necesidad de que España ratifique el Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos, "que supondría tener derecho a paro, inspecciones de trabajo más eficaces y derecho real a la sindicalización y a un convenio colectivo".
