Asturias registra "un flujo permanente" de patrimonios elevados que dejan la región para establecerse en Madrid, donde se pagan menos impuestos, según el criterio de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), para la que esa deslocalización no responde a prácticas fraudulentas sino a las divergencias tributarias entre regiones que ha convertido al Principado en una de las autonomías con la fiscalidad más alta.
La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, anunció este lunes que se intensificarán los controles antifraude sobre los cambios de domicilio por razones fiscales. Ayer, la FADE y la Asociación de la Empresa Familiar replicaron que el problema de la salida de contribuyentes con patrimonios elevados (generalmente empresarios) no es de fraude. "Todo lo que sea luchar contra la evasión fiscal está bien y lo entendemos. Ahora bien, está fuera de lugar equiparar con un fraude el hecho de que haya personas o incluso empresas que aprovechen las ventajas fiscales de otros territorios", señaló Alberto González, director general de la FADE.
El Principado lleva años haciendo un seguimiento de los cambios de residencia para perseguir los que son "fingidos" con el propósito de eludir el pago de tributos dentro de Asturias a pesar de que la mayor parte del año se reside en la región. Las organizaciones empresariales sostienen que, con independencia de que pueda haber casos de "picaresca", "la gente que puede está saliendo realmente de Asturias hacia regiones con fiscalidad más baja". "Hay que pagar impuestos y que los controles tienen que existir, pero llevamos mucho tiempo comentando que hay empresarios que están trasladando su domicilio a Madrid por motivos fiscales y conozco casos de gente que lo ha hecho y sí está viviendo allí", afirmó Eva Rodríguez, presidenta de la Asociación de la Empresa Familiar. Su organización considera "totalmente injustas "las diferencias fiscales con respecto a otras comunidades y sostiene que debido al pago del impuesto de sucesiones hay empresas en la región "que se ven obligadas al cierre".
Alberto González abundó en ese problema de las divergencias tributarias. "Si existen asimetrías de tanto calibre, es que algo funciona mal", subrayó el ejecutivo de FADE, partidario de que se pongan límites para que los tributos sean "equiparables" en las distintas regiones. "Es esperpéntico que se tenga que comprobar si alguien vive o no en un sitio; algo está fallando en el sistema", señaló también en alusión a los controles de residencia. González apuntó además hacia las políticas de gasto: "Los gobiernos autonómicos se centran en aumentar los ingresos pero no veo a ninguno poner enfasis en la reducción del gasto; todo el ajuste que se ha hecho en estos años ha sido por el lado de la inversión, sin tocar apenas el gasto corriente", concluyó.
El portavoz de Podemos en la Junta General, Emilio León, afirmó ayer que "imaginar a la FSA de Villa y del 'caso Marea' combatiendo el fraude fiscal es como poner a 'Rompetechos' al frente de una óptica". Y el diputado de Foro Pedro Leal acusó a la consejera Carcedo de convertir a Asturias en un "gueto fiscal".
