Los alumnos y los trabajadores reciben información de sus rendimientos absolutos a través de las notas o de las cifras de ventas, pero ¿deberían tener información de sus rendimientos relativos, de su posición con respecto a la media de la clase o de la empresa?. ¿Aumentarán el esfuerzo?. A dar respuesta a esas preguntas ha dedicado sus investigaciones Nagore Iriberri, doctora en Economía por la Universidad de California y profesora de la Universidad del País Vasco, que el miércoles recibió el XV Premio "Fundación Banco Sabadell" y ayer explicó los resultados de algunos de sus estudios en la Facultad de Economía y Empresa de Oviedo.

Iriberri señaló que las mejoras del rendimiento de los alumnos y trabajadores cuando disponen de la información están condicionadas por los incentivos. "Si existen pagos o salarios variables o torneos, los individuos reaccionan cuando conocen su rendimiento relativo, pero el efecto será menor o nulo bajo pagos fijos", señaló la investigadora, que llegó a esa conclusión tras realizar experimentos naturales con alumnos de Bachillerato, experimentos de laboratorio y experimentos de campo con universitarios.

La investigadora señaló que también es vital conocer las expectativas de la gente para poder predecir si el efecto de la información será positivo o negativo. En ese sentido, destacó como llamativo que los estudiantes medios tienden a subestimarse. Iriberri también puso el foco en la satisfacción de los individuos y descubrió que con el conocimiento de los rendimientos relativos "aumenta la desigualdad de la satisfacción" entre los que más rinden y los que menos.