José Luis SALINAS

Arcelor-Mittal afronta en Asturias un momento clave para su futuro con la ampliación de la acería de Avilés, además del resto de trabajos que ayudarán a modernizar sus instalaciones y dar un salto de calidad en los productos que fabrican.

¿En qué consiste la ampliación de la acería?

El pulmón de las plantas de Arcelor en Asturias comenzó ayer su ampliación. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de dos meses. La obra principal supone la sustitución de una de las dos máquinas de colada continua por una de molde vertical, lo que permitirá fabricar más en menos tiempo y hacer aceros de mayor grosor y resistencia. Ésa y otras actuaciones suponen 100 millones de euros y permiten al complejo siderúrgico asturiano afianzarse en el suministro a la industria automovilística y potenciar su entrada en negocios emergentes como el acero para estructuras de torres eólicas marinas.

¿Habrá una segunda fase?

La multinacional ya planea una segunda fase de los trabajos que incluirían una ampliación de la caldera de colada continua que ahora no se va a reformar. Las obras están pendientes de ser aprobadas por la dirección, aunque los trabajos de ingeniería ya están contratados y la faena en el taller podría comenzar en 2018.

¿Qué pasará con las baterías?

Los 180 hornos que forman las baterías de coque de Gijón serán reconstruidos, lo que apuntala la continuidad de la compañía en la región. La multinacional invertirá en los trabajos, que comenzarán el año que viene, 134 millones. Sigue en el aire es el futuro de las baterías de Avilés al final de su vida útil.

¿Qué otros talleres se han reformado?

La siderúrgica ha completado ya una parte de los trabajos para ampliar el tren de carril, con el objetivo de fabricar vías de tren de una mayor longitud y con más resistencia. También se mejoró el tren de alambrón y el de chapa gruesa.