Oviedo es el municipio asturiano donde el nivel de renta medio de sus ciudadanos es más elevado, hasta un 50% superior al que declaran los contribuyentes del IRPF en Villayón, el concejo entre los que superan el millar de habitantes donde son más bajos los ingresos reconocidos ante Hacienda. Un ranking elaborado por la Agencia Tributaria a partir de las declaraciones del citado impuesto certifica la preeminencia de los asturianos de la capital en ingresos y, también, la elevada posición que conserva la mayoría de los concejos mineros gracias a las pensiones y prejubilaciones del carbón.
La clasificación (ver gráfico adjunto) corresponde a los ingresos declarados por los contribuyentes del IRPF en la campaña de 2014 (rentas obtenidas en 2013) y considera la denominada renta media bruta, resultante de dividir la suma de todos los rendimientos brutos (del trabajo, del ahorro y de las actividades empresariales, antes de descontar impuestos y cotizaciones sociales) por el número de declaraciones formalizadas en cada municipio. Los datos se refieren a los 61 concejos asturianos con más de mil vecinos, y los extremos de la lista están ocupados por Oviedo (27.339 euros de renta media anual por contribuyente del IRPF, la más alta) y Villayón (13.307 euros, la cantidad más baja).
En las veinte primeras posiciones aparecen casi todos los principales municipios de Asturias, si bien lo que más sobresale es que nueve de esos territorios pertenecen a las comarcas mineras: Riosa (2.º en renta media), Degaña (4.º), Morcín (5.º), Aller (7.º), Mieres (9.º), Lena (11.º), Laviana (13.º), San Martín del Rey Aurelio (14º) y Langreo (17.º).
Tal resultado en territorios donde los cierres mineros han suprimido miles de puestos de trabajo directos e indirectos desde principios de los años noventa se explica por el efecto de las prejubilaciones y pensiones. El modelo laboral de reconversión que se aplicó a la minería asturiana -cierre gradual de explotaciones con retiros anticipados con hasta el 100% del salario- ha cumplido el propósito de evitar el hundimiento súbito de los niveles de renta, básicamente por el efecto de las prejubilaciones, en su mayor parte ya convertidas en pensiones de jubilación al alcanzar los mineros la edad en la que pasan a la de pensionistas.
Aunque ese tránsito supone en todos los casos una pérdida de ingresos, los municipios mineros retienen una posición de renta que en una mayoría de casos es superior, por ejemplo, a la media que declaran los contribuyentes de Avilés (11.º en el ranking) y Siero (15.º), por citar dos concejos del área central que tienen un dinamismo económico claramente superior al de las Cuencas que se refleja en sus volúmenes de empleo. Siero, por ejemplo, tiene casi tantos puestos de trabajo (algo más de 20.000) como Mieres y Langreo juntos, según datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). Y es asimismo uno de los municipios donde en las rentas declaradas a Hacienda tienen un mayor peso relativo las procedentes de las actividades económicas, un indicador de que en Siero la proporción de empresarios y profesionales autónomos residentes es más elevada que en otros lugares, incluidos Oviedo y Gijón.
La fuente principal de ingresos de muchas familias de las Cuencas son las pensiones mineras, que por su cuantía obligan a sus beneficiarios a hacer la declaración del IRPF. En el conjunto de Asturias se cobran cerca de 21.000 prestaciones de jubilación del régimen especial de la minería, que son las más altas del sistema porque también lo fueron durante la vida laboral las cotizaciones de las empresas y los trabajadores. Según las cuentas de la Seguridad Social, el 70% de esas pensiones superan los 2.000 euros al mes y una de cada dos, los 2.400. La nómina de las pensiones mineras inyecta en la región casi 60 millones de euros cada mes, incluidos todos los tipos de prestaciones (jubilación, viudedad, incapacidad permanente y otras).
El ranking de la Agencia Tributaria no incluye entre los veinte concejos asturianos con mayor nivel de renta media a ninguno de las comarcas orientales y el único que aparece del Occidente es Degaña, el de mayor perfil minero. Navia, polo industrial de la zona oeste de la región, queda relegado a la posición 24.ª y Llanes, referencia del turismo en el Oriente, ocupa la 40.ª. Son resultados que pueden colisionar con los de otras clasificaciones sobre el reparto territorial de la riqueza, como las elaboradas por Sadei, debido a las diferencias metodológicas. La Agencia Tributaria no tiene en cuenta dónde se generan la riqueza (los ingresos del trabajo o de la actividad empresarial), sino exclusivamente el lugar donde tiene fijada su residencia el contribuyente del IRPF.
