Más de 90.000 asturianos han reclamado con sus firmas la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, tanto como el 10% de todos los ciudadanos residentes con derecho al voto, según pusieron de manifiesto ayer los promotores de una plataforma ciudadana que desde la pasada primavera protagoniza una especie de cruzada contra el tributo que grava a los herederos. En el curso de una protesta a la que se sumaron cientos de contribuyentes en Oviedo, algunos de ellos tacharon de "lacra" y "atraco" el impuesto asturiano, "el más alto de Europa".

Esa última afirmación de uno de los manifestantes se sujeta en una información acerca de la carga fiscal sobre las herencias en Europa (en los estados miembros de la UE, más Noruega, Suiza y Rusia) que ha reunido el abogado ovetense José Luis Hevia y que ayer fue difundida entre los participantes en la movilización de Oviedo. El documento explica por un lado como es la cuota tributaria que paga un cónyuge al heredar un patrimonio de 500.000 euros: en 27 países está exento de pagar; en otros tres (Croacia, Finlandia y Bélgica) tributa cantidades que oscilan entre 24.666 y 82.150 euros, mientras que en Asturias, que tiene junto a Andalucía el impuesto más alto del país, ese contribuyente queda obligado a entregar al Fisco autonómico hasta 128.619 euros.

Un segundo "ranking", que se reproduce junto a estas líneas, determina que el tipo impositivo máximo del tributo de sucesiones y donaciones puede llegar al 87,6% en Asturias. Es el más alto de Europa y corresponde, por ejemplo, a un sobrino que hereda teniendo un patrimonio propio (preexisente) superior a cuatro millones de euros.

Datos como esos fueron comentados ayer en los corrillos de la concentración que, en la ovetense plaza de España, acompañó a los responsables de la plataforma ciudadana en la presentación de las firmas recogidas durante estos meses. El trámite se hizo ante la Delegación del Gobierno central, al estar cerrado en sábado el registro del Principado, aunque la comunicación está dirigida al presidente regional, Javier Fernández. En el escrito se demanda la "eliminación total (del impuesto), que no reducción o dulcificación, y ello en línea recta descendente o ascendente, hasta quinto grado colateral ya sea por consanguineidad, ya por afinidad". Dicho de otro modo, el colectivo reclama la desaparición completa del tributo que grava a los beneficiarios de donaciones y a los herederos, estos últimos una media de 27.000 de media al año, aunque sólo tributa de manera efectiva el 16% de ellos y apenas el 5% en el caso de los familiares de primer grado (hijos, padres o cónyuges), según las cuentas del Principado.

La plataforma acompañó el citado escrito con copia digital de 87.501 firmas, pero el número de apoyos real es ya superior a los 90.000 con los más de 3.000 reunidos en los últimos días y que por el momento no se han incluido en el trámite. El propósito del grupo, explicó uno de sus portavoces, el letrado Álvaro López-Castro, es llegar a 100.000 rubricas y acudir con ellas también al Congreso de los Diputados.

"Nuestras firmas son más que representativas del sentir popular, sin olvidar por otro lado que cada firma es un voto que sabremos usar en caso de nos ser escuchados", se advierte en la comunicación dirigida a Javier Fernández. La plataforma asegura carecer como tal de adscripción política alguna y haber nacido de una iniciativa particular que comenzó en las redes sociales y que enseguida obtuvo un respaldo masivo por la indignación que genera la presión del impuesto de sucesiones en Asturias. Otra de las personas que ayer actuó como portavoz del grupo fue Fernando Fernández-Ladreda, concejal del PP en Oviedo. A la concentración se sumaron asimismo otros representantes de ese partido y de Foro Asturias, los que en la Junta General del Principado han mostrado más sintonía con las opiniones de la plataforma.

López-Castro puso el acento en las diferencias fiscales entre autonomías. "En Madrid el heredero paga 200 euros cuando aquí paga 20.000", denunció. Explicó también que, como abogado, recomienda a mucha gente mudarse a la capital de España, que tiene la fiscalidad autonómica más baja del país. "El barrio de Salamanca está lleno de ovetenses", dijo. Y añadió: "Esa gente ya no paga aquí sus impuestos ni gasta en los comercios, y además las empresas están empadronándose socialmente en Madrid".

La plataforma cuestiona además las argumentaciones del Principado según las cuales el 95% de los familiares más directos ya están exentos porque los hijos, padres y cónyuges que heredan por valor de menos de 150.000 euros están liberados de tributar. "Que el Gobierno eche bien las cuentas, porque todos pagamos sucesiones tres veces en nuestra vida: cuando fallece nuestro padre, cuando fallece nuestra madre y cuando fallece nuestro cónyuge", remarcó López-Castro.

El Principado recauda cada año en torno a 140 millones con el impuesto de sucesiones y donaciones. El PSOE prometió en campaña electoral mejorar la bonificación actual de 150.000 euros para evitar el llamado "error de salto". Supone que los familiares más directos que heredan 150.000 euros no pagan, pero si, por ejemplo, se reciben 151.000 se tributa desde el primer euro y la factura llega a 18.000. El Gobierno de Javier Fernández aparcó esa reforma ante la falta de acuerdo presupuestario en 2016.