José Manuel Hernández Cabal, ovetense de La Corredoria, fue uno de los contribuyentes del impuesto de sucesiones que ayer se manifestó en la plaza de España y que allí narró su experiencia con el tributo. "Hace veintitantos años, pagué en torno a 25 millones de pesetas al heredar de mi padre y, en 2007, unos 400.000 euros tras morir mi madre", explicó este jubilado de 69 años, antiguo comercial de automóviles y propietario, entre otros bienes inmuebles, de terrenos en la Corredoria "que me expropiaron por lo que vale una plaza de garaje". "Estoy pensando en mudarme a Madrid", explicó dijo Hernández Cabal sobre la posibilidad de hallar una fórmula para que su único hijo sortee el impuesto asturiano de sucesiones.