La junta rectora de Central Lechera Asturiana (Clas) activó ayer el proceso electoral que conducirá, en noviembre, a la renovación de los miembros de la asamblea general, máximo órgano de la sociedad agraria de transformación propietaria de Capsa, la mayor industria agroalimentaria de la región. En las próximas semanas, Clas llamará a las urnas a sus 6.200 socios, entre aquellos que son titulares de ganaderías que suministran leche a la Central (en torno al 20%) y los ganaderos que ya están retirados de la actividad.

Las elecciones se desarrollarán en las ocho demarcaciones previstas en los estatutos de Clas, eligéndose en cada una de ellas un compromisario por cada quince socios activos que tengan su explotación radicada en la zona y dos más en representación del conjunto de socios pasivos de cada circunscripción. Los votantes elegirán a un total de 107 compromisarios cuyo mandato durará tres años.

Las elecciones son muy relevantes para conocer cómo está la correlación de fuerzas dentro de Central Lechera. Los anteriores comicios alumbraron una asamblea donde el sector mayoritario liderado por el actual presidente de Clas y Capsa, Bertino Velasco, obtuvo una mayoría minoritaria de los compromisarios, frente a dos grupos opositores. Tal fragmentación se puso de manifiesto en la elección de presidente en 2013: Velasco fue reelegido con el 47% de los votos; el resto se los repartieron dos candidatos críticos.

El mandato de Velasco no vence hasta 2019, pero la nueva asamblea si habrá de abordar la renovación de la mitad de los doce miembros de la junta rectora, ahora todos adscritos al sector de Velasco.