El Congreso de los Diputados convalidó ayer, con los votos a favor de PP, PSOE, Ciudadanos y PNV y la abstención de Unidos Podemos, la reforma del impuesto de sociedades que recaudará 8.300 millones de euros adicionales al subir los pagos fraccionados a las empresas con más de 10 millones de euros de tributación.

El debate sobre el decreto ley se produjo en el día en que acabó el plazo para hacer el primer abono al que se aplica esta reforma, con el que se ingresarán 5.800 millones de más. El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, afirmó que esta medida "no va a perturbar esencialmente el funcionamiento de las empresas" dado el contexto de abundante liquidez del sistema financiero. Y alegó que, a su juicio, no se trata de una subida, sino de un pago "adelantado". Toda la oposición reprochó al Gobierno que haya tenido que recurrir a esta medida de urgencia -un "parche", según el PSOE- después de las rebajas fiscales de 2015 y echaron en falta una reforma en este tributo de mayor profundidad.