Unas "supergafas" de realidad aumentada permitirán a Thyssen reducir a la mitad el tiempo que hoy en día se emplea en la reparación de ascensores. Se trata de la última innovación que ha sumado la multinacional a suz procesos. Se trata de unas gafas desarrolladas por Microsoft que permitirán a los operarios conectarse directamente a la gran base de datos con que cuenta la compañía, denominada MAX, con la posibilidad de trabajar en red y contactar con cualquier experto en tiempo real para resolver los problemas o dudas que pudieran surgir.

El ingenio es futurista, con un amplio despliegue de hologramas que el usuario puede ver ajustándose unas gafas transparentes, que permiten seguir manteniendo la visión periférica, que no van conectadas a ningún dispositivo y que cuentan con la ventaja fundamental de ser "manos libres", de tal manera que el trabajador que las esté empleado en ese momento puede abrir y cerrar páginas y programas con un simple movimiento de manos, con gestos de la cabeza y con un sistema de reconocimiento de voz que permite ejecutar diversas órdenes.

Se llaman "Hololens", tienen un coste aproximado de 5.000 euros por unidad y en la actualidad ya cuentan con ellas los trabajadores de la compañía en Estados Unidos. En el caso de España, la multinacional está a la espera de que Microsoft abra mercado, pero los responsables mundiales de ThyseenKrupp Elevator están convencidos de que ése es el futuro.

Las gafas fueron presentadas ayer en sociedad en un acto en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón al que asistieron como ponentes Andreas Schierenbeck, director ejecutivo de la compañía, y Javier Sesma, director del centro de Investigación y Desarrollo de Thyssenkrupp Elevator ubicado Gijón.

Los dos desgranaron el futuro del sector de los ascensores en un mundo cambiante, en el que la mayor parte de la población mundial vivirá en ciudades a corto plazo y en el que las urbes crecerán a lo alto e interconectadas entre sí. Es en este ámbito en el que se desarrollan las innovaciones de la compañía, con los ascensores modulares sin cables, el sistema de mantenimiento predictivo MAX y los nuevos dispositivos de realidad virtual que, según señaló Schierenbeck, reducirán a la mitad el tiempo de espera para la repación de los ascensores. Además, repercutirán en un ahorro de dinero y recursos al incorporar toda la información disponible de las bases de datos con los que trabaja la compañía, denominado MAX, al que se suman diariamente en España más de un centenar de nuevos ascensores.

Las gafas "HoloLens", el primer ordenador holográfico del mundo que maneja 70 gigabytes de datos, suponen un paso más en la industria 4.0, la de la cuarta revolución industrial asociada al mundo digital. Además de ayudar a la reparación, también servirán para formar a los técnicos y para mostrar a los clientes los productos. Todo un hito que seguirá alimentándose de las innovaciones aplicadas a los procesos industriales y que cada vez está más cerca de aplicarse de forma efectiva en España. Es una evolución digital que, como recordó Schierenbeck, "está transformando los negocios y generando nuevas oportunidades a su vez".