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ASIER ALORIA | Director de Formación de la patronal vasca Confebask

"En el País Vasco ya estamos mirando hacia la formación universitaria dual"

"Tenemos 1.300 aprendices en 750 empresas y el 78% queda en plantilla tras acabar el periodo de cualificación"

Asier Aloria, en el auditorio de Oviedo. LUISMA MURIAS

El modelo de Formación Profesional dual del País Vasco es el espejo en el que la patronal asturiana FADE quiere que se mire el Principado. Asier Aloria, director de Formación de la organización empresarial vasca Confebask, explicó el pasado viernes en Oviedo las claves del éxito de esté programa que, presume, ha llegado a ser puesto de ejemplo en la Unión Europea. ¿El secreto? La colaboración entre los agentes sociales y que las compañías tengan un papel clave en el diseño de los programas de formación, expone en esta entrevista.

-¿Qué tiene de peculiar el sistema vasco de FP para que sea puesto como ejemplo?

-Lo hemos ido trabajando 30 años y se ha construido desde la colaboración y el consenso de todos los agentes: la Administración autonómica, los centros de formación, los empresarios y los sindicatos. La característica fundamental de la FP dual es la cercanía a las empresas.

-¿De que forma?

-Teníamos muy claro desde que lo pusimos en marcha en 2012 que debía ser un modelo propio. Huimos del copia y pega de otros sistemas como el alemán, el suizo, el francés, el finlandés? Modelos todos ellos que tuvimos en cuenta y que analizamos para aprender. Pero entendimos que debíamos hacer algo adaptado al perfil de las empresas que tenemos en el País Vasco. Esta recomendación se la he hecho llegar a FADE.

-¿Cómo se desarrolló ese modelo propio?

-Tuvimos claro que debía ser flexible y adaptado a las necesidades empresariales. Los centros tienen que acoplarse a lo que las compañías demanden. Al principio lo más importante no era el número de estudiantes, no queríamos un modelo masivo. Todo lo contrario. La idea era establecer un sistema fuerte, con raíces sólidas y que lo fuéramos mejorando. Otra clave es que está abierto a todos los sectores. Ahora el 80% de las empresas que acogen aprendices son pymes. Esto nace en 2011 por iniciativa de un grupo de empresas que nos piden apostar por un modelo de FP dual, y que querían pensar en el medio y el largo plazo.

-¿Les costó convencer a las empresas para que participaran?

-Cuesta. Iniciamos el programa en 2012 con 126 aprendices en 45 empresas, y ahora tenemos 1.300 aprendices en 750 empresas. Hemos ido duplicando las cifras cada año. Hicimos con el Gobierno una campaña muy potente dirigida a las compañías para dar a conocer la FP dual y tenemos un grupo de control con el Ejecutivo desde el que vemos las medidas de corrección y de mejora. Hemos preguntado a las empresas y más de un 95% nos dicen que estarían dispuestas a coger al año siguiente a nuevos aprendices. También les preguntamos a los alumnos, y en un 91% están muy contentos con la tarea desarrollada. Y el 94% valora muy positivamente a su tutor de empresa, que es una figura clave.

-La selección de los alumnos la hacen las empresas. ¿Cómo?

-No es algo fácil, pero se hace con consenso y colaboración. Son los centros los que hacen una preselección, porque son los que conocen la aptitud y la actitud del estudiante y su implicación con el programa. Pero la selección final la hace la compañía. Un rasgo propio es que la formación la hacemos a la carta de las empresas. En 2012 iniciamos un modelo que era un primer año en el centro y un segundo en alternancia en las aulas y en la fábrica. Ahora las compañías nos piden una mayor especialización, y en un tercer curso, los alumnos, una vez hecha la formación, pueden hacer un programa de 800 horas para especializarse que está hecho a medida por los empresarios. Lo han usado empresas grandes como Mercedes o Tubacex, y un grupo de pequeñas compañías. Ahora tenemos 12 programas de especialización. Es cómo un máster.

-¿Cobran los aprendices?

-Todos los alumnos que han pasado por la FP dual cobran. Apostamos por los contratos de formación y aprendizaje, pero tienen unas limitaciones, como que los estudiantes de más de 30 años puedan participar o que ciertos estudios no se incluyan en el plan. Por eso incluimos también la posibilidad de becar. En el primer caso, el salario va según el convenio de cada sector. En el caso de las becas establecimos un suelo que es el salario mínimo interprofesional (SMI). Nosotros descartamos el programa europeo, que sí adoptó a Asturias, porque introducía muchos condicionantes, y queríamos algo más flexible.

-¿Qué otros sectores vascos buscan aprendices?

-Entran alumnos y empresas de cualquier sector y familia profesional. La industria tiene mucha importancia en el País Vasco, representa el 70% de las empresas que participan, pero hay un 30% relacionadas con los servicios.

-¿Qué tasa de éxito tiene el programa?

-Según la última evaluación que hemos hecho, un 78% de los aprendices se quedaron a trabajar en la empresa una vez acabada su formación. En ciertos casos, según el territorio o las zonas, el porcentaje es mayor. Esta inserción ha ido creciendo durante estos últimos cuatro años.

-¿Debería Asturias copiar este modelo vasco?

-Creo que no. Recomendaría que se hiciera uno propio para Asturias. Hay muchas coincidencias económicas entre el País Vasco y el Principado, de sectores, tamaño de las empresas?, pero una de las claves de nuestro éxito es que está enclavado dentro de un modelo de FP que se remonta a 25 años atrás. Era un terreno muy propicio ya. En Asturias hay una demanda para que pueda continuar.

-FADE ha subrayado que el programa piloto estuvo lleno de dificultades. ¿A qué considera que se pudo deber?

-No lo sé. Pero se apuntan algunas dificultades administrativas o alguna derivada del programa de Garantía Juvenil. Nosotros analizamos este último plan pero establecía muchas rigideces que luego no compensaban.

-¿Qué trabas han tenido que superar en el País Vasco para desplegar el modelo?

-Sobre todo en temas administrativos, como la tramitación del contrato de formación y aprendizaje. Eso hacía que muchas empresas se desmarcasen al principio.

-¿Cuáles serán los próximos objetivos?

-Estamos mirando ya hacia la Universidad dual. Las empresas también nos demandan que se adapten los grados universitarios. Estamos trabajando con la Universidad Pública del País Vasco, con la de Mondragón y la de Deusto para desarrollar titulaciones en formato dual. Por ahí debería ir el futuro.

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