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Un universo médico por explorar

La firma gijonesa Gistem Research investiga y promueve tratamientos de enfermedades a partir de células madre uterinas

Por la izquierda, Eduardo Murcia, Andrés Gómez, Pedro Barbadillo y Nélida Gómez. ÁNGEL GONZÁLEZ

Las células madre alojadas en el útero femenino guardan un tesoro de enormes posibilidades médicas, veterinarias y cosméticas. El descubrimiento lo hizo hace años el grupo de investigación encabezado por el doctor Francisco Vizoso, jefe de la unidad investigadora de la Fundación Hospital de Jove de Gijón. Con su hallazgo científico, ese equipo abrió nuevas esperanzas para muchos enfermos y dio una vuelta de tuerca a la medicina regenerativa. Los investigadores comprobaron que estas células tienen potentes propiedades antiinflamatorias, inmunológicas, antimicrobianas y contra el cáncer. Todo un universo médico a explorar. Conscientes del éxito, un colectivo de pacientes puso en marcha hace ahora seis años la Fundación para la Investigación con Células Madres Uterinas (Ficemu) con el objetivo de dar continuidad a las citadas investigaciones. Ahora, una década después y a partir de la fundación, ha nacido la empresa Gistem Research para tratar de que los futuros hallazgos no caigan en saco roto y acaben llegando a los consumidores.

El descubrimiento está patentado. "Las dos patentes las hemos promovido y financiado desde la fundación", apunta Andrés Gómez, secretario de Ficemu.

"Comenzamos casi de forma individual, llamando a diferentes puertas y pidiendo que se ayudase a investigar algo que nos parecía muy interesante, hasta que decidimos poner en marcha la fundación, y ahora la empresa", asegura Pedro Barbadillo, presidente de la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa y también del patronato de Ficemu.

La técnica utilizada y descubierta por el grupo de Francisco Vizoso es menos invasiva que otras actuales. Se trabaja con una sustancia de estas células madres, denominada secretoma, que es la que tiene unas potentes propiedades regenerativas.

La empresa está dando sus primeros pasos. "Aunque estemos empezando, la ilusión que tenemos con este proyecto es enorme", asegura Nélida Gómez, otra de los integrantes de la fundación y presidenta de la Asociación Lúpicos de Asturias. De la mano del Centro Europeo de Empresas e Investigación (CEE), ya participaron recientemente en la feria BioSpain, el mayor evento de investigación biotecnológica que se organiza en España. La experiencia fue extraordinariamente positiva, aseguran los impulsores de Gistem. Sirvió para estrechar lazos y hacer contactos con posibles futuros colaboradores.

El catálogo de posibilidades a investigar es muy vasto y variado. Los miembros de la fundación, de hecho, no se ha quedado con los brazos cruzados durante este tiempo. Ni mucho menos. Tienen muy avanzada la investigación para tratar el síndrome de ojo seco, gracias a varios convenios de colaboración con diversas universidades españolas, entre ellas las del País Vasco y Santiago de Compostela y la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Gregorio Marañón. "Es una patología que afecta a un porcentaje muy elevado de la población y que puede derivar en la aparición de úlceras en la cornea", apunta Eduardo Murcia, directivo de la fundación Fucimi. Los investigadores han ensayado la técnica, primero en ratas y luego, a petición de la agencia española de medicamentos, en conejos. Los resultados fueron un éxito, y en breve comenzará la prueba clínica en humanos, para la que ya están seleccionados los voluntarios. Además de esas colaboraciones, los promotores de Gistem están a punto de firmar con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para ser empresa colaboradora.

Hay más enfermedades que se pueden tratar mediante esa técnica. Gistem está indagando las posibilidades de actuar sobre la uveitis (una inflamación del ojo), algunas patologías intestinales y también el cáncer.

Las más potentes industrias farmacéuticas tienen puestas sus miras sobre este negocio y las enormes posibilidades de crecimiento que tiene. También por ejemplo para el desarrollo de cremas antiarrugas, aunque en este caso tienen limitaciones ya que la normativa europea no permite usar células madre humanas.

Ahora, Gistem está en fase de buscar inversores para potenciar su proyecto empresarial. Sus promotores lo están intentando primero por el mercado local. Han realizado algún evento privado para tratar de convencer al empresariado asturiano de que la tecnología que han desarrollado tienen muchos hallazgos por delante.

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