El alemán Andreas Schierenbeck (1966) está al frente de Thyssenkrupp Elevator, uno de los negocios medulares de la multinacional alemana, que en Asturias posee dos plantas de fabricación en Mieres (una de pasillos rodantes y escaleras mecánicas y otra de pasarelas de aeropuertos) y un centro de investigación y desarrollo en Gijón del que están saliendo algunas de las principales innovaciones que Thyssenkrupp está lanzando al mercado global. La muy reciente adjudicación a la fábrica de Mieres del mayor contrato de pasarelas de aviones en la historia del grupo (143 "fingers" de embarque para Estambul) es presentado por Schierenbeck en esta entrevista -a la que ha respondido por escrito- como una evidencia de la "firme" apuesta por Asturias de Thyssenkrupp, de cuyo desembarco en la región se cumplen 25 años.

-¿Está en buena posición Asturias para acoger nuevos proyectos de Thyssenkrupp, sean de innovación o de fabricación?

-Por supuesto. Actualmente tenemos en Asturias dos plantas de producción y un centro de I+D+i, y empleamos a más de 5.000 personas en el país. Este año se celebra, además, el 25 aniversario de Thyssenkrupp Norte, nuestra planta de producción, venta e instalación de escaleras mecánicas y pasillos rodantes de Mieres, y que ahora mismo tiene un gran contrato para el metro de Doha. Y en nuestra planta de pasarelas de embarque hemos firmado recientemente un contrato para el suministro del aeropuerto de Estambul, que es el mayor contrato en la historia de Thyssenkrupp Airport Systems. Gran parte de nuestros productos estrella se han desarrollado o fabricado aquí, y es un orgullo ver como estos productos son exportados desde Asturias a todo el mundo.

-El nuevo contrato que cita para Mieres ha llegado dos años después de que el grupo explorara la venta del negocio de Airport Systems (pasarelas de aeropuertos), aunque la idea quedó aparcada. ¿Es firme el compromiso de mantener sus dos centros productivos asturianos?

-Desde Thyssenkrupp apostamos por Asturias, y nuestro compromiso con el I+D+i y el negocio aeroportuario es firme. Valgan como ejemplos el sistema de asistencia al atraque desarrollado en Gijón, basado en visión artificial presentado el pasado mayo en la conferencia de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo en Toronto, o el contrato de pasarelas de embarque. Estamos orgullosos de que las ideas que aquí construimos formen parte de grandes proyectos en todo el mundo y queremos que así siga siendo en el futuro.

-Otro de los productos que se desarrolló en Gijón, el pasillo rodante Accel, comenzó a fabricarse en Mieres y se contempló la opción de invertir en la planta asturiana. ¿Hay algún plan en marcha en ese sentido?

-La fábrica de Thyssenkrupp Norte tiene un importante "know how" (saber hacer) adquirido a la hora de llevar la tecnología de pasillo de velocidad variable al mercado, lo que la convierte, sin duda, en una de las elegibles para estos proyectos.

-¿Cómo está desenvolviéndose el negocio de Thyssenkrupp Elevator en el contexto actual de desaceleración de la economía mundial?

-Hay una tendencia global de una constante y rápida urbanización, que es en el campo dónde nosotros trabajamos. Hablamos, por ejemplo, de que en 2050 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades y que el tamaño de los rascacielos se duplicará, pasando de 300 a 600 metros de altura, además, cada día se urbaniza en el mundo lo equivalente a la isla de Manhattan. Nosotros nos preparamos para adaptar las ciudades a esos cambios y España es el quinto mercado mundial para la industria de la elevación, lo que nos ayuda mucho. Es cierto que la economía mundial no anima a las grandes inversiones pero tengamos en cuenta que la movilidad urbana se antoja como un elemento cada vez más importante en la vida de las personas y, por ello, los países y las ciudades apuestan por grandes proyectos internacionales en materia de movilidad, como infraestructuras ferroviarias y de metro o nuevos aeropuertos.

-Thyssenkrupp ha empezado a probar el sistema Max de mantenimiento en países como España. ¿Con qué resultados?

-Muy buenos. Ahora mismo España, junto con EE UU y Alemania, es uno de los primeros países escogidos para el lanzamiento inicial de Max, conectando los ascensores a Azure, la nube de Microsoft, y permitiendo un control preciso de todas las funciones, como la velocidad de funcionamiento, la capacidad o los mecanismos de las puertas. En España, miles de ascensores ya están conectados y enviando datos a la nube, y el número de unidades está aumentando rápidamente, con 120 ascensores conectados cada día. Esto supone una importante contribución al plan de Thyssenkrupp de conectar 180.000 ascensores en todo el mundo a finales de 2017. En un futuro próximo, Max será capaz de predecir los problemas de mantenimiento antes de que ocurran, avisando de la necesidad de sustituir piezas y componentes antes de que termine su ciclo de vida.

-¿En qué nuevos proyectos de I+D+i están trabajando?

-Nuestra visión es digitalizar la industria del ascensor que, en este sentido, no ha cambiado mucho en los últimos 160 años. Acabamos de lanzar en España la tecnología Max y seguimos trabajando en soluciones innovadoras de movilidad urbana como el pasillo de aceleración Accel, el pasillo rodante sin foso iWalk, inventado y fabricado en exclusiva en Asturias, o el ascensor sin cables Multi. Con un 70% de la población mundial viviendo en las ciudades en el año 2050 nuestro objetivo es conseguir productos que permitan hacer de las ciudades un mejor lugar para vivir, revolucionando la industria de la movilidad.

-¿En qué situación está el proyecto de ascensor sin cables, desarrollado en parte en el centro de innovación de Gijón?

-En este momento estamos desarrollando la tecnología a escala 1:1 en la torre de pruebas en Rottweil, Alemania. Está programado que las operaciones de prueba en la torre comiencen en diciembre de 2016 y que en mayo de 2017 se abra la torre a los visitantes. Con tres de los doce ejes de la torre reservados para el nuevo sistema Multi y permitiendo a varias cabinas operar en un solo eje, podremos observar todas las posibilidades que nos ofrece la tecnología de levitación magnética del Transrapid y disfrutar del diseño libre de cables, aumentando la capacidad de pasajeros hasta en un 50 % y reduciendo la huella del ascensor en el edificio a la mitad. Además, los ascensores podrán moverse sin limitaciones, tanto horizontal como verticalmente, posibilitando nuevas aplicaciones y posibilidades arquitectónicas sin precedentes.

-Se habló de que Asturias podría participara en la fabricación de ese ascensor. ¿Será así?

-Tecnologías como el pasillo Accel y el ascensor Multi requerirán no solo la colaboración de una, sino de varias de nuestras fábricas. En este sentido, serán los mercados y los primeros clientes los que determinarán qué fabrica estará en posición de liderar y cuáles en la de contribuir.