La moda del agua filtrada del grifo va ganando adeptos entre la hostelería asturiana. Al mismo tiempo, la polémica sobre el uso del sistema está creciendo entre las empresas concernidas por este negocio. La Asociación Nacional de Bebidas Envasadas (Aneabe) denunció hace unas semanas que las botellas en las que se sirve el agua filtrada pueden llevar a la confusión de los clientes, que tienden a pensar que el líquido es de origen mineral, cuando no lo es. Ahora, la compañía que está comercializando el sistema de filtrado en la región, Akwa, defiende que la procedencia del agua está perfectamente identificada en los envases.

Este mecanismo se está utilizando desde el verano en algunos restaurantes de la región. Cristina Hernández, portavoz de Akwa, defiende a ultranza los beneficios de los filtros, que ayudan a librar el agua de todas las impurezas que puede arrastrar de los depósitos y las tuberías. Según apunta, el líquido, tras el paso por estos aparatos, queda completamente limpio, sin ninguna sustancia que pueda poner en peligro la salud de los consumidores. "Al final, la calidad es superior a la de manantial", sostiene otro de los portavoces de la empresa, Juan Carlos Vallejo.

Aneabe, que mantuvo recientemente una reunión con la patronal asturiana del sector hostelero Otea, denunció que uno de los principales problemas era que los consumidores no sabían qué estaban consumiendo. Los responsables de Akwa replican que en las botellas que ellos comercializan en los restaurantes asturianos se especifica claramente que se trata de agua que está filtrada del grifo. Aunque Juan Carlos Vallejo asegura que "esto es como si a un restaurante por servirte un plato le exiges que le ponga una etiqueta". Su compañera añade que "las botellas de cristal se las solemos regalar a los restaurantes y en ellas se precisa que lo que se está haciendo es filtrar el agua poco antes de que se consuma".

Hernández asegura, además, que antes de vender cualquiera de sus equipos se realiza una completa evaluación del agua del restaurante para comprobar cuáles son las impurezas que se deben de eliminar.