El martes 25 de octubre, los trabajadores de Mieres Tubos, que llevan varios meses movilizándose por la supervivencia de la empresa y el mantenimiento de sus puestos de trabajo, cortaban la nacional 630 a la altura del polígono industrial. En la pancarta había unas palabras que gritaban "¡Solución, ya!"

Debajo de esta exigencia figuraban los anagramas de los sindicatos que organizamos la protesta. Porque ahí estamos, donde hemos estado siempre, defendiendo los derechos de la clase trabajadora y un futuro laboral digno para Asturias. En las empresas y en la calle.

Unos días antes, concretamente el viernes 21, en la sede del sindicato recibimos una noticia alentadora, una de esas noticias que no siempre consiguen la repercusión y trascendencia que debieran: con su sentencia, el Juzgado de la Social nº 1 de Avilés venía a sacarle tarjeta roja a la empresa Ence por persecución sindical a un compañero de CC OO, delegado de personal en la factoría de Navia. Textualmente, la jueza declara la "existencia de vulneración de los derechos fundamentales al honor, intimidad, libertad sindical y de expresión". Y le exige a Ence que deje de hacerlo.

Una de las lecciones más destacables de este caso, que han llevado los servicios jurídicos de nuestro sindicato, ha sido el apoyo incondicional de sus compañeros a Marcos López: sabedores de su inocencia y conscientes de la gravedad de los intentos de represión sindical por parte de la empresa, mantuvieron tres jornadas de huelga y se movilizaron como un solo hombre. Así que es un triunfo del derecho a la representación legal de los trabajadores, pero también de la unidad y la solidaridad obrera.

Curiosamente, el mismo día en que conocíamos esta sentencia celebrábamos una rueda de prensa en nuestra sede para denunciar el acoso a la presidenta del comité de empresa por parte del director del Hotel de la Reconquista. Se trata de un episodio más en un lamentable historial de despidos, agresiones a los derechos laborales e incumplimientos desde que en 2015 Hotusa se hiciera cargo de la gestión del establecimiento.

Durante meses nos hemos movilizado por los derechos laborales y contra la cascada de despidos (23 de una plantilla de 63 empleados que la empresa se había comprometido a mantener). También acudimos a los juzgados para defenderlos. Y la Justicia ha declarado esos despidos improcedentes en la mayoría de los casos. Salvo excepción a la regla, nos han dado la razón, se la han quitado a la empresa.

Mieres Tubos, Ence y Hotel de la Reconquista no son casos aislados. A diario los conflictos laborales nos obligan a movilizarnos (en defensa de la minería, por los empleos en el Banco Popular o la empresa textil Blanco?), a denunciar las injusticias ante los juzgados y también a mediar y exigir lo que corresponda a los responsables políticos y empresariales. Siempre ha sido así, y lo seguiremos haciendo.

Estos días se han iniciado también las negociaciones para el nuevo convenio de Arcelor, uno (sin duda importante por su repercusión) entre muchos. Nuestro sindicato, una vez más, hará todo lo posible por lograr lo mejor para el conjunto de los trabajadores. Porque CC OO negocia la inmensa mayoría de los convenios que se firman en nuestro país y que, independientemente de la afinidad sindical, amparan (no sólo a nuestros afiliados) a todos. Consiguen mejoras para todos.

Además de la negociación colectiva en los distintos sectores y empresas, nuestro sindicato también participa en del diálogo social, tanto nacional como autonómico y local. En este sentido, Asturias tiene una larga experiencia contrastada y es un referente para otras comunidades autónomas. Con sus limitaciones, la concertación regional ha sido indudablemente beneficiosa para la región, impulsando la inversión, mejorando nuestros sectores productivos, generando empleo de calidad, protegiendo a las personas y garantizando los servicios públicos fundamentales.

En una época en que las esferas más reaccionarias del país habían puesto casi de moda linchar a los sindicatos de clase (somos los últimos garantes de los derechos de la clase trabajadora y las organizaciones que más nos opusimos en las calles a los recortes impuestos por la mayoría absoluta del PP en los últimos años), conviene recordar que todos los días, en cientos de empresas, hay compañeros del sindicato que representan legalmente a sus trabajadores, muchos sin horas sindicales, algunos jugándose el empleo. Y que también lo hacen bien. Y que merecen un respeto. Y nuestra admiración.