Los testimonios de las empresas que han participado en el ciclo "La Asturias que funciona" (organizado por el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA y la Facultad de Economía y Empresa) refuerzan la convicción de que el tejido productivo regional aporta numerosos ejemplos de organizaciones que están sabiendo adaptarse y competir bajo las exigentes condiciones que para hacer negocios y crear empleo y riqueza en cualquier territorio imponen la globalización, los cambios tecnológicos o las mutaciones provocadas por la profunda crisis de estos años.

En las líneas que siguen, los comentarios de los profesores de la Facultad de Economía y Empresa que han actuado como presentadores y moderadores de los coloquios (desarrollados entre los días 24 de octubre y 3 de noviembre) decantan esas lecciones de adaptación que han dejado, para salir a flote y remar en el oceano de la globalización, las dieciocho empresas participantes: Nanovex, Conservas Costera, Maderas Siero, Campoastur, Caja Rural de Asturias, Grúas El Roxu, Casintra, Embutidos El Horreo, Cuicui Studios,Uría Ingeniería, Aguas de Fuensanta, El Orrio Sociedad Cooperativa, Bayer, Freehouse, Efinco, Quiquilo, Izertis e Igualatorio Médico Quirúrgico.

Reinventarse. La "vocación innovadora" es común a todas esas compañías. Expone José Manuel Montes Peón, catedrático de Organización de Empresas, que ese rasgo explica, por ejemplo, la longevidad de Conservas Costera o Maderas Siero, creadas a principios del siglo XX. Empresas que, como muchas otras de "La Asturias que funciona", han sabido "reinventarse". Lo hizo Maderas Siero saliendo al exterior cuando llegó la crisis de la construcción, uno de sus principales clientes, en una estrategia análoga a la que por idéntico motivo, apunta el también catedrático Esteban García Canal, siguió Grúas El Roxu. Otros hicieron frente a ese mismo entorno hostil redirigiendo el negocio, como la constructora mierense Efinco o la sotrondina Uría Ingeniería, ambas con actividades conectadas con la eficiencia energética.

Internacionalizarse. Aguas de Fuensanta, explica el catedrático Camilo Vázquez, salió de la situación de concurso con un cambio en la propiedad y con un nuevo plan de negocio en el que la exportación ocupa un papel central. La tecnológica Izertis ya tiene fuera de España buena parte de su facturación pese a haber iniciado su proceso de internacionalización recientemente (2013), remarca Julio Tascón, profesor de Historia Económica y decano de la Facultad. "Hay poca costumbre de coger la maleta para vender; en eso nos ganan por la mano los valencianos", añade Tascón. Y Esteban García Canal puntualiza: "La internacionalización es una solución cuando eres una empresa bien gestionada; entonces, si tienes problemas en tu mercado de origen puedes irte al exterior, porque esa buena gestión te va a servir como garantía allí. Cuando eres una empres no tan bien gestionada, vas a tener más problemas.

Ganar tamaño y cooperar. Innovar e internacionalizarse requiere por lo general cierta dimensión empresarial de la que carece la mayoría de los negocios de Asturias, donde el 84% de las empresas tienen como mucho dos empleados, detalla Juan Ventura. Camilo Vázquez precisa que un tamaño grande puede ser una desventaja en ciertas circunstancias: "Cuando uno lleva mucho equipaje va más lento y tienes más inercias; puede ser un inconveniente para la flexibilidad". El ciclo "La Asturias que funciona" dejó ejemplos de iniciativas de internacionalización y de innovación exitosas en empresas de dimensión modesta, como la protagonizada por Embutidos El Horreo, que ha sustituido la carne de cerdo por pavo y otras variedades para entrar en países de cultura musulmana, como Nigeria. "Una de las claves para el crecimiento internacional es explotar un nicho en el que explotar la experiencia acumulada; no hace falta ser grande, sino tener la suficiente visión para encontrar ese nicho", resume Esteban García Canal. Otra opción para crecer o consolidar proyectos que siempre tienen un apego singular al territorio: la fórmula cooperativa, con ejemplos como los de Caja Rural, Casintra (transporte), El Orrio (servicios asistenciales) o Campoastur (agroalimentación).

Competir en calidad. El caso de Bayer, con fábrica en Langreo, propicia la reflexión acerca de cómo se consolida la presencia de empresas multinacionales en Asturias. A partir del hecho de que la corporación alemana fabrica en Lada el ácico acetilsalicílico para toda la aspirina que se fabrica en el mundo, Juan Ventura comenta: "Lo que destaca es que por costes no es, porque aun siendo eficiente la planta de Asturias, hay empresas chinas capaces de fabricar el acetilsalicílico más barato; la clave es la calidad del proceso gracias a la innovación; es un buen ejemplo de como en Asturias, en España y en Europa competir en costes simplemente es difícil, que hay que añadir algo más para asegurar el tejido empresarial y los puestos de trabajo: se consigue siendo eficientes en costes, pero además teniendo calidad e innovación".

Implicarse y formar. Los ponentes de "La Asturias que funciona" dejaron ver también que son precisos cambios en las relaciones laborales. Las empresas hablaron de la dificultad de encontrar trabajadores "comprometidos". "Más que de falta de competencias, puede haber un problema de valores, que algunos de ellos se hayan desdibujado", opina Camilo Vázquez mirando hacia el modelo educativo. Las oportunidades y rigores de la globalización obligan a una organización del trabajo flexible, receptiva a las ideas y aportaciones de los trabajadores y con los incentivos adecuados que no tienen por qué ser exclusivamente económicos. Julio Tascón sugiere en este punto las bondades del "salario emocional" (favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar, principalmente). Ventura pone otro acento en la formación y reproduce una frase utilizada por el directivo de Izertis Carlos Melendi en la última jornada de "La Asturias que funciona": "Se dice que sale caro formar a los trabajadores para que luego se los lleve la competencia, pero sale más caro aún no formarlos y que se queden".

Emprender y apoyar. Asturias tiene una tasa de emprendedores aún baja en relación al resto de España. "Una cultura de emprendimiento se desarrolla, no se improvisa", apunta el catedrático José Manuel Montes Peón. Empresas jóvenes de base tecnológica y "star-ups" que participaron en el ciclo (Nanovex, Cuicui Studios o Quiquilo y Freehouse) forman una muestra de las iniciativas que están emergiendo pegadas a las nuevas tecnologías y a la digitalización de la economía. Hay que apoyar especialmente a aquellos emprendedores que tienen ideas con potencial para crear empleo, remarcan los docentes universitarios. Las empresas que durante estos días expusieron sus experiencias, ante un público a menudo formado por estudiantes de disciplinas económicas, apenas pusieron el foco sobre asuntos como la presión fiscal y apuntaron más hacia "las trabas administrativas". Montes Peón lo resume así: "Las complejidades burocráticas a veces impiden aprovechar una oportunidad en el mercado exterior o aquí porque, como nos dijo el director general de Maderas Siero Pedro Martínez), hay que pasar por ocho ventanillas".