La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La cultura industrial asturiana

La experiencia del sector fabril de la región es un valioso bagaje para afrontar el futuro, dar continuidad a su desarrollo y encontrar soluciones para que siga siendo competitivo

La cultura industrial asturiana

Lo hemos oído muchas veces, pero quizás conviene considerar otra vez su significado, con un enfoque buscando implicaciones actuales de interés.

Más de dos siglos de desarrollo industrial, pioneros en España, han dejado en Asturias un poso de experiencia que debiera darnos ciertas ventajas o preparación para seguir en el camino. Sabemos que los sectores industriales evolucionan. Pero además, que las industrias crecen, se desarrollan y que pueden "encogerse". Todo eso nos ha mostrado que los procesos no son estáticos?porque los humanos queremos tener nuevos productos y vivir cada vez mejor. Así que sabemos que las industrias deben crear continuamente nuevos productos, y que deben ofrecerlos al mercado a un coste de asumible. Usando por tanto cada vez menos recursos y más conocimientos. También sabemos, con una amplia experiencia, que los competidores quieren vender productos análogos a los nuestros. Pero también hemos comprobado que se puede sobrevivir con esa competencia y volver con más energía. Nada diferente de lo que pasa en el futbol.

Tenemos metido muy dentro esta experiencia, por lo que podemos ver los problemas con antelación, porque ya los hemos experimentado antes. Como sabemos que Messi se va a meter desde la derecha al centro para tirar a puerta con la pierna izquierda. Esa experiencia es, o debe ser, nuestra ventaja.

Hemos tenido muchos ejemplos, anécdotas y casos de diverso éxito o fracaso, así que podemos pensar en algunos aspectos que representan y nos gustaría que representasen la cultura industrial asturiana.

La cultura industrial es colaboración. En primer lugar colaboración entre las industrias, por muchos motivos. Por ejemplo porque conviene tener una masa crítica que permita aprovechar las sinergias y ver mejor las oportunidades de trabajo y negocio en campos próximos. Masa crítica que ahora incluye disponibilidad digital. Pero también es colaboración en el polinomio sociedad/empresa/Administración. Porque la Administración ordena los sectores, siempre que existan, en relación al bienestar social, que es también el fin último de los productos de las empresas. La sociedad es un elemento clave en la colaboración, ya que pide tener un sector industrial que le permita vivir en esa localización de forma sostenible. Las empresas son conscientes de la necesidad de esta colaboración.

La cultura industrial es querer suministrar a los consumidores los productos que precisan. Que van cambiando. La cultura industrial es no seguir suministrando productos que ya no satisfacen las necesidades de la sociedad actual, sino programar producir los que se vayan a vender. Lo hemos visto en estos dos siglos, los consumidores hacemos que unas industrias crezcan, y otras no. Tenemos que estar cerca de las necesidades actuales y futuras de la sociedad y buscar nuevas formas más sostenibles de satisfacerlas. Nos ponemos en la piel de los consumidores. Y los asturianos hemos mostrado sensatez en la historia. Si, la cultura industrial se hace y desarrolla desde la sensatez.

La cultura industrial es además, querer seguir siendo industrial. Tomemos Oviedo, que tiene una antigua historia industrial muy evidente. Tenemos ahora dos entornos (Hospital de El Cristo y Fábrica de la Vega) con los que no parece que sepamos bien que hacer. Queremos seguir siendo industrial, queremos oir más propuestas para ubicar en esas dos localizaciones, elementos de promoción de la industria, centros de investigación y polos de innovación y desarrollo, zonas donde construir futuro para nuestros jóvenes. Además, o por encima, de colocar ahí otras actividades o servicios.

La cultura industrial ha sido y es ser proactivo, mejorar nuestras herramientas de competitividad. Y desde hace mucho tiempo, para los diferentes sectores, esto pasa por tener actividades de I+D y en particular de innovación. O si se quiere externalizarlas en parte. Y habrá que reclamar los momentos en que la Universidad está (o ha estado) más próxima a la realidad industrial. Es un reto continuo buscar las estrategias para promover la colaboración entre la Universidad y la empresa. En la Universidad, no lo olvidemos, esto está muy relacionado con los esquemas de promoción y los objetivos de calidad que se definan.

La cultura industrial asturiana es en fin, saber que sin industria, Asturias no será lo que ha sido en los últimos dos siglos. Y me parece que todos tenemos claro que este es un objetivo fundamental. Y que además de decirlo, sabemos que ello requiere esfuerzos continuos en esa dirección. Si en un momento no sentimos estar haciendo ese esfuerzo, quizás es que no lo estamos haciendo.

Hay muchos aspectos que serán importantes para continuar con el desarrollo industrial y que nuestro tejido industrial siga siendo competitivo: energía asumible, comunicación de personas y mercancías competitiva, educación en formación profesional de calidad y ajustada a las necesidades, Administración próxima, Universidad con la alineación suficiente a las necesidades de la región, entre otros. Habrá que poner los cimientos en fin para la reindustrialización con las tecnologías que están viniendo y por venir. Y en esto también tenemos experiencia. Como corresponde a un entorno dinámico, aparecerán otros temas que ahora no vemos, pero que deberemos ir descubriendo, y que en ese momento estaremos obligados a seguir implementado, como se ha hecho en otras ocasiones.

Está claro que en la historia, cualquier historia, encontramos ejemplos de todo tipo. Y que algunos de ellos corresponden con campos industriales que están creciendo, mientras otros están estables o incluso decayendo, no pareciendo muy sostenibles para el futuro. Aprovechemos pues el valor económico que puedan darnos todos y cada uno de ellos, sabiendo realmente lo que le podemos pedir y lo que esperamos obtener en cada caso. Y la aceptación de ello también debe estar facilitado por nuestra experiencia y cultura industrial. Tomemos en definitiva, aquellos elementos de nuestra historia que nos permitan construir el futuro. Y debiéramos acordar algo de este tipo.

El RIDEA, Real Instituto de Estudios Asturianos, considera que esta cultura industrial es clave para el desarrollo de la región. Digamos en este momento, que es casi tan importante como otros aspectos culturales más tradicionales, como la música o la lengua. Así que, al organizar estas primeras jornadas sobre la situación de algunos sectores industriales, junto con Tomás Díaz, estamos dando una señal del interés y de apoyo a este enfoque, que se pretende continuar en el futuro.

Compartir el artículo

stats