Al sector lácteo asturiano le espera un futuro mejor que el presente. En ello coincidieron José Armando Tellado, director general de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), y Francisco Rodríguez, presidente de Industrias Lácteas Asturianas (Ilas)-Reny Picot, que ayer abrieron en el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA) el ciclo de coloquios "Perspectivas de la industria asturiana". No obstante, tanto Tellado como Rodríguez destacaron la necesidad de que productores, empresarios, consumidores y gobiernos sean conscientes de su poder para que los riesgos que entraña la globalización de los mercados se conviertan en oportunidades.

Francisco Rodríguez abrió su intervención mostrando su desconfianza sobre la globalización y afirmó que ha encontrado "un aliado inesperado" en el ideario del nuevo presidente de Estados Unidos. "No contaba con que el señor Donald Trump iba a decir dos cosas con las que estoy de acuerdo: que la globalización es un camelo y que el cambio climático es otro", espetó Rodríguez antes de destacar que los impuestos ambientales en Europa limitan la competitividad de sus industrias frente a Estados Unidos, China o Rusia.

El presidente de Ilas-Reny Picot señaló que buena parte de los problemas del sector lácteo asturiano "derivan de una concepción de Europa en la que no se ha contemplado seriamente que también hay vacas al sur de los Pirineos y la renta de muchas personas se menoscaba por decisiones no siempre justas y que reposan en un trato comparativo desfavorable". No obstante Rodríguez señaló que "el dogma comunitario ya no sirve y el Brexit no es más que el comienzo de un desengaño que puede ser más grande con el tiempo". Además lamentó que "lo primero que se les ocurre decir a todos los que se sienten entristecidos por el hecho de que existan seres humanos como Donald Trump es que el proteccionismo es la ruina de los pueblos. Queremos que haya trabajo, pero no queremos entender que los bienes que se producen son en definitiva trabajo y que no se puede defender este si no se defienden aquellos".

Rodríguez apuntó que toda competencia encierra el peligro propio de la ley de la selva en virtud de la cual siempre acaba imponiéndose la selección darwiniana en favor de las especies mejor dotadas y "de ahí que sea necesaria la mayor de las prudencias cuando se da por sentado, sin más, el efecto benéfico de la libertad de mercado", que, añadió, "no puede ser consagrada como bien supremo si no se dan en ella condiciones homogéneas, de ahí que la llamada competencia no puede aplicarse más que cuando las condiciones de mercado son iguales para todos, de no ser así la libertad de mercado se transforma en un juego de ventaja de unos sobre otros, se convierte en lo más antiliberal que existe".

El yin-yang

José Armando Tellado destacó por su parte que los nuevos tiempos son de cambios constantes e incertidumbres. "Pero los cambios se pueden gestionar, no hay que padecerlos. Hay riesgos pero también oportunidades", señaló el presidente de Capsa antes de analizar los desafíos del sector lácteo bajo la teoría taoísta del yin-yang, según la cual en cada elemento conviven dos fuerzas opuestas y la vez complementarias.

Una de esas dualidades es la globalización frente al proteccionismo. "Los que operan en mercados globales son los triunfadores y los que no son comoditizados. Entre la falta de reguladores globales y el cierre de fronteras debería haber un espacio intermedio", señaló Tellado, que se preguntó: "¿el sector lácteo español y europeo es estratégico o debe jugar sin regulación en el mundo global?". Por ello reclamó a nivel doméstico unas reglas de mercado claras con criterios de sostenibilidad y al mismo tiempo "una gobernanza a nivel global"

Otra de las dualidades a las que se refirió Tellado enfrenta a los conceptos de "low cost" y "know cost". "Hay que reconocer el coste verdadero de los productos y ahí no podemos olvidarnos del poder de decisión de los consumidores a la hora de comprar", señaló el director general del Capsa, que destacó la necesidad de la pedagogía, desde la regulación (mediante el etiquetado que informe sobre el origen e ingredientes de los productos) a la autorregulación de las empresas. "Si importamos bienes baratos y exportamos empleo eso significa, para nosotros, desempleo", advirtió Tellado. "No hay que caer en el error de la banalización del precio", añadió el directivo del líder lácteo nacional antes de destacar, al igual que hizo Rodríguez, que en un sector estratégico como el de la leche no se debería permitir vender a pérdida.

Y finalmente el presidente de Capsa también se refirió a la dualidad de ciencia frente a tendencia. Señaló que "las mentiras no generan costes" en una sociedad donde "no se rinden cuentas" y ahí situó las informaciones pseudocientíficas que dejan en mal lugar el consumo de leche.

A pesar de ese panorama -y del cierre de explotaciones ganaderas y del desequilibrio a favor de las cadenas de distribución al que se refirieron varios de los asistentes al coloquio- los dos ponentes se mostraron optimistas sobre el futuro del sector. "Habrá más demanda", coincidieron.