El producto interior bruto español (PIB) creció en el segundo trimestre el 0,7% (una décima menos que en los cuatro trimestres precedentes) y el 3,2% en tasa interanual, dos décimas menos que entre abril y junio, según confirmó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La leve desaceleración se produjo a causa de la menor demanda interna (2,6 puntos de aportación, tres décimas menos) como consecuencia de la ralentización del consumo de los hogares (cuatro décimas inferior) y de la inversión (cinco décimas menos intensa), lo que no pudo ser compensado pese al aumento del gasto público (seis décimas más).

La demanda externa mejoró su aportación (0,6 puntos, una décima más que en el trimestre precedente) pero no por el mayor vigor exportador (cae del 6,4% al 2,8%) sino porque el avance de las importaciones se atenuó en 4,2 puntos, seis décimas más de lo que lo hizo (3,6 puntos) el avance exportador.