"Vender en el extranjero, sí, pero con paracaídas", afirmó una persona del sector bancario con experiencia y responsabilidad en mercados exteriores. La progresiva apertura de empresas asturianas al comercio exterior (una tendencia al alza, y que aún tiene mucho recorrido potencial, dado que la región aún está lejos de haber alcanzado los niveles de exportación de otras comunidades autónomas), la falta de experiencia y conocimiento específico de las compañías que se inician bien en el sector exterior de forma genérica o en determinados mercados nacionales, los riesgos consultanciales a toda relación mercantil (incluido el mercado nacional) y las numerosas incertidumbres y la volatilidad que pesan sobre la economía mundial acrecientan la recomendación de cautela.
En los últimos tiempos, algunas compañías asturianas han sufrido en el exterior incidencias de morosidad, impagos, discrepancias y renegociación de costes por imprevistos y rebrotes inesperados de la inflación, ejecuciones de avales por contratistas en pérdidas en determinados proyectos, aplazamientos de pago por Gobiernos golpeados por la depreciación del petróleo, algún litigio con autoridades locales y otros percances. A pesar de tales incidencias, medios bancarios especializados, organizaciones patronales, fuentes del ámbito de las cámaras de comercio y de la Administración pública española y del sector asegurador descartan que se esté produciendo una escalada de los conflictos en los mercados de exportación. "Las empresas que se mueven por el mundo no nos están manifestando una preocupación especial ni una inquietud específica en ese sentido", coincidieron en señalar todas las fuentes consultadas.
Un portavoz del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex), con un centenar de oficinas de representación en el extranjero, aseguró que las alertas que emiten los servicios españoles en el exterior obedecen, como en otras épocas, a problemas concretos en sectores específicos y en algunos países, y ni tan siquiera de forma genérica sobre mercados nacionales que pudieran ser considerados problemáticos en su conjunto. "No hay alertas genéricas sino sobre casos determinados", indicó.
Un informe reciente de la aseguradora Crédito y Caución, especializada en asegurar las ventas a crédito, indica que las tasas de morosidad oscilan, según una muestra de países, entre el 25% de Japón y el 61% de Turquía, y que los índices de impago, con datos de octubre pasado, se mueven en un rango entre el 0,8% de Alemania, Austria, Países Bajos, y Hungría, entre otros mercados, y el 3,6% de Grecia. España, que tampoco es un mercado exento de riesgos, se sitúa en una posición intermedia: la morosidad está en el 41% y los impagos, en el 1,6% del total de las operaciones analizadas.
"Lo importante es utilizar medios bancarios de cobertura para garantizar el cobro al 100% ante cualquier eventualidad", afirmaron medios financieros especializados en el sector exterior. Suscribir avales garantizados por bancos españoles, seguros de crédito a la exportación, cartas de crédito confirmadas por entidades financieras españolas y la cobertura de seguros de créditos a la exportación son protecciones necesarias para "evitar el riesgo de disputa comercial", indicó una persona que dirige el departamento exterior de una entidad.
Patronales sectoriales asturianas en áreas de actividad que cada vez más miran al exterior, caso de la industria agroalimentaria, en la que priman las pequeñas y medianas empresas, casi siempre familiares, constatan que hay muchas sociedades que aún no están en el exterior pero que se están planteando hacerlo. "Nos piden ayuda y nos hacen consultas legales y técnicas", explicó Juan Díaz, director general de la Asociación de Industrias Cárnicas del Principado de Asturias (Asincar). "Cuando una empresa que no tiene experiencia en el mercado de exportación nos dice que quiere emprender esta actividad le recomendamos que se informe en Asturex, la Sociedad de Promoción Exterior del Principado de Asturias, como agencia regional de respaldo a la exportación. También recomendamos suscribir un seguro de exportación para asegurar el cobro", señaló.
Un experto en el sector exterior del movimiento cameral español indicó que "de forma genérica, y sobre todo a partir de 100.000 euros, se debe asegurar la operación".
