A los asturianos les cuesta encontrar trabajo en su comunidad, pero cuando lo consiguen apenas se mueven. Así los destaca la Estadística de movilidad laboral y geográfica de 2016 que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE). Uno de cada diez ocupados en Asturias lleva más de cinco años residiendo en el municipio actual. En concreto el 90,7%, una tasa que en España sólo se supera en Extremadura, donde es del 92,4%. Además la tasa asturiana está muy por encima de la media nacional, del 85,9%.

En Asturias hay más de 375.400 ocupados de los que 340.400 llevan cinco o más años viviendo en el mismo municipio. Que lleven menos de un año son 5.500 (el 1,5% del total ocupados, la segunda tasa más baja de España), entre uno y tres años 15.700 (el 4,2%) y entre tres y cinco años 13.800 (el 3,7%).

Los ocupados en Asturias se mueven poco, bien porque no quieren dejar su municipio o porque no les surgen buenas oportunidades laborales fuera, pero es llamativo que los parados asturianos también tienen una baja movilidad. El 85,1% de los desempleados no han cambiado de municipio de residencia en al menos cinco años. Sólo los parados extremeños (91,3%) y andaluces (86,4%) se mueven menos y la tasa asturiana supera con creces la media española, que es del 81,8%.

Según el INE, casi 280.000 trabajadores han cambiado de municipio de residencia dentro de la misma comunidad autónoma hace menos de un año. Es la movilidad intracomunidad. Ésta es mayor en Madrid, Cataluña y Andalucía. La movilidad intercomunidad (de una comunidad a otra) es menor, pues sólo 110.000 ocupados se mudaron a otra región en el último año. Los que cambian de comunidad autónoma proceden principalmente de Andalucía, Comunidad Valenciana y Castilla y León, y el destino principal suele ser Madrid, Cataluña y Andalucía.

Si se tiene en cuenta la suma de las movilidades intracomunidad e intercomunidad, las regiones donde la movilidad geográfica de los ocupados es más alta son Cataluña (3,6% cambiaron su municipio de residencia hace menos de un año), Baleares (3,5%) y Madrid (3,3%), frente a Extremadura (0,8%) y Asturias (1,5%), que presentan los porcentajes más bajos.

Eva Martínez Lavandera y Elena Alonso son dos ejemplos de ocupados asturianos enraizados en su tierra. La primera trabaja como optometrista en Infiesto. Después de estudiar la carrera en Valladolid, hacer un máster en Madrid y una estancia en Estados Unidos decidió volver rumbo a su Asturias natal para desarrollar su carrera profesional. "Mandé algún curriculum, todo a comunidades periféricas porque necesito estar cerca del mar, pero no me convenció nada de lo que me ofrecían", señala. Quería dedicarse a la optometría pediátrica y ahora trabaja tratando el ojo vago en niños. "Estando fuera quizá podría ganar más, pero vivir aquí me compensa porque estoy muy a gusto, resido en un pueblo, conozco a la gente y estoy cerca de todo", asegura. Lo mismo le ocurre a Elena Alonso, minera desde hace nueve años en el pozo Carrio de Hunosa, en Laviana. "Quería ser Policía Nacional y para eso tendría que haber salido de Asturias, pero a mi madre no le hacía mucha gracia", afirma. Y añade: "Lo mejor de estar en Asturias es que tengo el trabajo al lado de casa, incluso puedo ir andando en verano".