La Universidad no puede ser tachada de fábrica de parados si se examinan las tasas de desempleo. Los españoles con estudios superiores tienen claramente más opciones laborales que el resto, de modo que el índice de paro entre los universitarios (11,5% este año) es siete puntos inferior a la media (18,5%) y la destrucción de empleo durante la crisis ha sido menos intensa para este colectivo. La información más detallada sobre la inserción de los graduados en el mercado de trabajo durante esta crisis muestra sin embargo que existe enormes distancias entre las distintas titulaciones. En Asturias, esa diferencia puede ilustrarse con el siguiente ejemplo: cuatro años después de licenciarse, trabaja el 40% de los titulados en Derecho, mientras que en la mayoría de las especialidades de ingeniería se supera el 70%.
El Ministerio de Educación dispone de una herramienta en su página web denominada "Qué estudiar y dónde en la Universidad", concebida para ofrecer a los estudiantes información útil ante la elección de la titulación que cursarán y del centro donde hacerlo. Se trata de un servicio demandado desde antiguo en el mundo académico y que en el caso de Asturias tiene como antecedente el trabajo de investigación sobre la empleabilidad de los universitarios que en 2005 coordinó el catedrático de Fundamentos del Análisis Económico Joaquín Lorences, en colaboración con los profesores Florentino Felgueroso y Mercedes García Díez.
La nueva herramienta informa, título por título y universidad por universidad, sobre la proporción de los egresados en el curso 2009-2010 que en cada uno de los cuatro años siguientes figuraban como cotizantes a la Seguridad Social y sobre cuántos entre ellos consiguieron empleos acordes con su preparación profesional. En esa medida, los datos suponen una muestra que puede resultar representativa de cómo les ha ido en el mundo laboral a los nuevos titulados asturianos en la fase central de la crisis. En los siguientes puntos se exponen algunos de los resultados, con los que también se ha elaborado el ranking que se reproduce junto a estas líneas.
Los médicos, casi al 100%. Los mejores resultados corresponden a los licenciados en Medicina. Entre los egresados en 2010, el 98% trabajaba en 2014 y todos ellos en ocupaciones adecuadas a su titulación. Dentro del área de Salud, es alta también la inserción de los diplomados en Fisioterapia (78%). La de los diplomados en Enfermería es del 52%, inferior a la que se les asignaba en el "Informe Lorences" de 2005 (79%), si bien los datos no son comparables por las diferencias metodológicas.
Los ingenieros, al 70%. La mayoría de las ingenierías que se imparten en las escuelas asturianas, sean de grado medio o superior, presenta tasas de inserción superiores al 70%. Las más altas (77% o más) corresponden a las especialidades de Informática. No obstante, en varias de estas últimas, particularmente en las ingenierías técnicas (Sistemas y Gestión), la mayor parte de los graduados que trabajaba ocupaba en el año de referencia empleos que no se correspondían con su nivel de estudios.
Derecho y Administración de Empresas, en crisis. Los datos de Educación señalan que sólo el 40% de los asturianos que acabaron Derecho en 2010 figuraban como cotizantes en activo cuatro años después. Entre las disciplinas económicas, Administración y Dirección de Empresas (la que cuenta con mayor número de alumnos) presenta una inserción laboral del 69%, claramente inferior a la asignada diez años antes y con otro método (una encuesta) en el "Informe Lorences" (81%). La brecha entre ambos datos puede reflejar el impacto de la Gran Recesión en las empresas y el empleo. La inserción de los titulados en Economía es del 62%. En otra Geografía, catalogada entre las Ciencias Sociales, no pasan del 25%.
Matemáticos al alza. Entre las disciplinas de Ciencias Expermientales sobresale el acceso al empleo de los licenciados en Matemáticas, con un 86% de cotizantes, si bien llama la atención que la tasa de adecuación del trabajo (medido por el grupo de cotización) al nivel formativo es muy baja (33%). Los físicos y químicos presentan una inserción laboral superior al 60%, tasa que en cambio no alcanzan los biólogos.
El pozo de las Humanidades. Los licenciados en Filología, Filosofia e Historia presentaban en 2014, tras Geografía, los índices más modestos de afiliación a la Seguridad Social. Salvo en el caso de la Filología Inglesa, ninguna de esas titulaciones llega al 40% de inserción laboral. Como recogía ya en 2005 el estudio dirigido por Joaquín Lorences, las Humanidades están entre las disciplinas donde el gusto o la vocación se citan más, y muy por delante de las expectativas laborales, como las razones principales que mueven a los estudiantes a elegir esos estudios universitarios.
Los maestros, vocacionales. El componente vocacional también es intenso en el caso de las titulaciones relativas a la Educación, que presentan niveles de inserción moderados, pero superiores al 50% para los maestros de Infantil y Primaria y para los licenciados en Pedagogía. Entre el 36% y el 50% de estos grupos de titulados tienen ocupaciones que no se corresponden con el perfil de sus estudios.
La gran discordancia de Turismo. A los diplomados asturianos en Turismo, principal titulación en la categoría de los Servicios, se les asigna un nivel de empleo del 57%, pero una gran discordancia entre sus puestos y sus estudios, de forma que sólo el 18% de los que trabajaban estaban en un grupo de cotización que se correspondía con su formación.
