El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer una proposición no de ley impulsada por el PSOE que insta a derogar la reforma laboral del PP y a elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Antes de la votación, el PP trató sin éxito de frenar la iniciativa socialista con una oferta de diálogo, en la que se han abierto a modificar la reforma laboral. Al tratarse de una proposición no de ley, no tiene carácter vinculante para el Gobierno, de modo que en realidad su genera ningún cambio en la regulación laboral, si bien la votación del Congreso evidencia la posición de debilidad del Ejecutivo en la Cámara.

Salvo Ciudadanos y el Partido Demócrata Europeo Catalán (la antigua Convergència), que se abstuvieron, los demás grupos de la oposición han apoyado la iniciativa que recoge una enmienda pactada por PSOE, PNV y Unidos Podemos. La votación se ha saldado con 168 votos a favor de PSOE, Podemos, ERC y el Grupo Mixto en general, 131 votos en contra del PP, y 42 abstenciones de Ciudadanos y el PDECat.

La proposición no de ley emplaza al Gobierno a "adoptar de forma inmediata las medidas necesarias para derogar la reforma laboral que el Partido Popular impuso en la X Legislatura". En paralelo, insta al Ejecutivo a "abrir un proceso de diálogo social que desde el acuerdo culmine con la aprobación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores que recupere su naturaleza originaria de carta de garantía de los derechos laborales". El diputado socialista Rafael Simancas denunció que la reforma es la causa de que haya 380.000 parados más de larga duración que en 2011.