La economía española está protagonizando una recuperación que en palabras del Fondo Monetario Internacional (FMI) es "impresionante" y "vigorosa", estimulada por las reformas y también por "impulsos favorables" como la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo (BCE) y la "relajación" de las políticas de austeridad desde 2015. Pero el FMI considera que en España aún persisten desequilibrios importantes (el alto paro y la fragilidad de las cuentas públicas, principalmente) que a su juicio imponen una nueva ronda de reformas y de ajustes, entre ellos una subida del IVA y una "revisión en profundidad" del gasto público en educación y sanidad.

El lenguaje del FMI elude en su informe las palabras "recorte" y "austeridad". Al formular sus recomendaciones para corregir el déficit y el ascenso de la deuda pública, el organismo que dirige Christine Lagarde habla de una "vuelta a una consolidación favorable al crecimiento e incluyente". "España puede permitirse un aumento de los ingresos", señalan los economistas del Fondo para plantear nuevas subidas de impuestos. "Con una reducción gradual de las exenciones del impuesto sobre el valor añadido, su recaudación se asemejaría más a la de otros países de la UE", indica el documento. Vuelve así una propuesta que de manera recurrente han hecho tanto el FMI como la Comisión Europea: avanzar hacia la supresión de los tipos de IVA bonificados: el "superreducido" (4%), que se aplica a los artículos de primera necesidad, y el "reducido" (10%), que grava los demás alimentos, el transporte y la hostelería, entre otros servicios. Una decisión así, que ayer mismo rechazarontanto el PP como el PSOE, afectaría singularmente al sector del turismo. El FMI replicó ayer que otros países con un negocio turístico tan importante para la economía como el español no tienen tipos de IVA diferenciados.

El Fondo también ve margen para aumentar los impuestos especiales y los medioambientales. Su criterio es "trasladar carga tributaria" de la imposición directa a la indirecta -política fiscal que socava la progresividad del sistema- porque, según el FMI, resulta "favorable al crecimiento". "El margen para mejoras de eficiencia podría evaluarse mejor mediante revisiones en profundidad del gasto, sobre todo en sanidad y educación", añade el informe. No obstante, la jefa de la misión del FMI para España, Andrea Schaechter, reconoció que "cada vez es más difícil" encontrar ineficiencias tras los recortes realizados durante la crisis.

El FMI demanda también nuevas reformas laborales y vuelve a plantear entre líneas que se rebaje el coste del despido y que se den más atribuciones a las empresas para "flexibilizar" las condiciones de trabajo. "Las recientes reformas del mercado de trabajo podrían ser más eficaces si se ofrece una mayor seguridad jurídica y administrativa a las empresas en materia de despido y se les concede un mayor margen de control y flexibilidad en materia de condiciones de trabajo". Se insta además a abordar la liberalización de los servicios profesionales, retenida por el Gobierno, y a estimular la productividad, que sigue siendo baja.

El documento considera que la banca se ha reforzado, aunque como otras de Europa se enfrenta a problemas de rentabilidad. El FMI aboga en este punto por nuevas fusiones y mejoras en la capitalización.